Del trallazo de calidad de Suso a la ingenuidad de Acuña
Sevilla-Juventus | Nombres propios
Lamela imitó a un En-Nesyri especialmente marcado y su testarazo lo hubiera firmado el marroquí
Rakitic rindió, como en los últimos tiempo, con un nivel superlativo
La crónica del Sevilla-Juventus
Éxito grande para los sevillistas para meterse en su séptima final de la Europa League. El cuadro de José Luis Mendilibar fue capaz incluso de darle la vuelta al marcador tras el gol de Vlahovic y remontó para que todos los suyos vivieran la fiesta final con el golazo de Suso y el testarazo de Lamela.
Suso | Ese latigazo con la pierna izquierda se convirtió en un obús
El gaditano se recuperó a tiempo para ponerse a las órdenes de Mendilibar y el técnico vasco le dio el tiempo justo para que se convirtiera en un elemento decisivo en esta eliminatoria. Después del tanto de Vlahovic todo se vio muy oscuro ante la defensa tan ordenada de la Juventus. Pero lo que es imposible es prever la acción de un zurdo de tanta calidad. Suso cogió una pelota robada por Acuña y peleada por Lamela, se perfiló para su pierna buena y lanzó un obús increíble.
Lamela | Aprovechó que todos iban con En-Nesyri y golpeó
Otro de los futbolistas que entraron desde el banquillo, lo que aumenta el mérito de José Luis Mendilibar con sus decisiones. Los tres centrales de la Juventus se perfilaban a la perfección para hacerle un sandwich siempre a En-Nesyri, pero eso podía ser aprovechado por quienes llegaban de atrás. El centro de Bryan fue perfecto, tenso, y el cabezazo de Lamela fue impecable.
Rakitic | Un aplauso de pie para su papel en las citas decisivas
El suizo lleva varias temporadas con un nivel lejos de su calidad en la primera etapa como sevillista, pero hay que ponerse de pie para elogiar su participación en esta fase decisiva con Mendilibar al frente del equipo. Sus dos partidos contra la Juventus han sido impresionantes tanto en la suma, que siempre la aporta, como en la resta, pues presionó como antaño y robó muchas veces el balón.
Acuña | En el pecado lleva su penitencia de perderse la final
Es verdad que Gudelj no le ofreció una línea de pase en el saque de banda y bien que censuró el argentino al serbio por ello, pero se vio a mil leguas de distancia que le podían sacar la segunda amarilla por retrasar el saque. Es increíble que no mandara el balón a donde fuera, pero se complicó y en el pecado de una acción tan absurda lleva la penitencia de perderse una final así.
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