La trágica coincidencia de la muerte de aficionados con el 134º aniversario del Sevilla y el precedente de 1934

Sevilla FC | Luto por la muerte de tres sevillistas

Hace 90 años, la madrugada del 19 de febrero de 1934, murieron 11 sevillistas que volvían de celebrar el ascenso a Primera División tras jugar con el Atlético de Madrid

Mueren tres aficionados del Sevilla en el dramático accidente de Ciudad Real

El Sevilla, de luto ante el Atlético en memoria de tres aficionados fallecidos en un accidente de carretera

El escudo del Sevilla, con crespón negro, por la muerte de los tres sevillistas que viajaban a Madrid.
El escudo del Sevilla, con crespón negro, por la muerte de los tres sevillistas que viajaban a Madrid. / Sevilla Fc

Lo que debía ser un día de celebración se ha convertido en una jornada de trágico luto. El fallecimiento de dos aficionados del Sevilla de Morón de la Frontera, padre e hijo que viajaban en coche con otros tres, uno en estado grave, a Madrid para animar a su equipo en los cuartos de final de la Copa del Rey ha irrumpido con la crudeza de la realidad de la muerte en la celebración del 134º aniversario de la fundación del club. Y además se cruza con otra histórica tragedia, la de los once sevillistas que murieron también tras atravesar Despeñaperros, pero en sentido contrario, tras celebrar con el Sevilla el ascenso a Primera División que logró al vencer en Vallecas al Atlético de Madrid por 0-2.

El Sevilla, dolorido por el fatal suceso, ha expresado sus condolencias a los familiares y allegados de los socios sevillistas de Morón que han perecido en el terrible accidente sucedido en la mañana de este jueves 25 de enero, día en que el club estaba celebrando la efeméride de su fundación en 1890. La Real Federación Española de Fútbol, a la que el club ha solicitado que se guarde un minuto de silencio antes del partido con el Atlético, también ha expresado su pésame a los familiares de los fallecidos y al club nervionense. El equipo llevará luto en el partido por los tres aficionados que, en estos momentos de desazón deportiva, habían depositado su ilusión, su fe y su esperanza en el pase a semifinales de la Copa del Rey.

El suceso tiene un lejano precedente con punzantes coincidencias. El 18 de febrero de 1934, hace 90 años, el Sevilla se trasladó a Madrid en busca de su primer ascenso a Primera División. Lo hizo acompañado por unos 2.000 sevillistas. Un millar de ellos se trasladó en un tren especial que montó entonces la compañia ferroviaria MZA, precedente de la actual Renfe (fundada en 1941). A la vuelta de Madrid, y tras festejar el ansiado ascenso, el tren especial 766 sufrió un grave accidente, tras partir por la noche y atravesar Despeñaperros en la madrugada del 19 de febrero, en Villanueva de la Reina, Jaén, al colisionar con otro tren, el expreso de Sevilla que circulaba hacia el norte por la misma vía. Hubo once fallecidos y numerosísimos heridos.

En el 80 aniversario de aquel trágico suceso, el club erigió una placa conmemorativa en el interior del Ramón Sánchez-Pizjuán, el 19 de febrero de 2014. Este 25 de enero de 2024, 90 años después, se repite la dramática historia de la muerte de aficionados sevillistas que, con el infortunio de los elementos meteorológicos en esta ocasión -la niebla en la carretera tras pasar Despeñaperros en Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real-, se han dejado la vida cuando querían disfrutarla junto al equipo de sus amores.

El club estaba celebrando el 134º aniversario de aquella Noche de Burns en la que un grupo de jóvenes escoceses fundaron el incipiente Sevilla Football Club. Y estaba recibiendo múltiples felicitaciones por ello, desde el club hermano del Schalke 04 hasta la propia UEFA.

Pero el día ya queda señalado por este fatal desenlace en el que han perecido estos sevillistas, aficionados ilusionados con que su equipo fuera capaz de eliminar al Atlético de Madrid y plantarse en las semifinales de la Copa del Rey.

Recientemente, a principios de noviembre, la tragedia también sacudió al Betis, cuando un aficionado verdiblanco perdió la vida en un accidente de coche de regreso del partido de su equipo en Almendralejo, también en la Copa del Rey. El club de Nervión fue sensible entonces a aquel dramático suceso y envió sus condolencias. Hoy le toca vivir en sus carnes el dolor compartido, aunque inigualable, con los familiares de estos aficionados de Morón de la Frontera, el pueblo de Kike Salas. Sirvan estas líneas para recordarlos y enviar a sus familiares y allegados un sentido y doliente pésame. Requiescant in pace.

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