Los sustitutos de cristal de Koundé y Diego Carlos

Sevilla FC

El historial de lesiones de Nianzou y Marcao, que sufre su segunda rotura de fibras en dos meses, una de las claves del desmoronamiento del sistema defensivo

El Sevilla pierde a Marcao con su segunda rotura de fibras en dos meses

Marcao y Nianzou, lesionados ante Manchester City y Valencia. / Efe / Antonio Pizarro
Jesús Alba

04 de noviembre 2022 - 14:20

La nueva rotura de fibras confirmada por los médicos del Sevilla sufrida por Marcao, que estará fuera del equipo hasta después del Mundial, pone el acento de nuevo en la propensión a las lesiones de los futbolistas elegidos por Monchi para cubrir las bajas de Koundé y Diego Carlos, considerados como una de las mejores parejas de centrales de Europa y vendidos el pasado verano por unos 80 millones entre ambos.

El Sevilla, debido en parte a eso, ha pasado de ser el equipo menos goleado de la Liga Santander (Bono conquistó brillantemente el trofeo Zamora la temporada pasada) a convertirse en uno de los que más tantos ha recibido en este primer tercio de campeonato, con 19 en contra (una media de 1,6) más otros 12 en seis duelos de Champions (dos por partido).

En este sentido, y a 48 horas del derbi, también ha sido clave la discutida decisión de Sampaoli de alinear a Marcao ante el Manchester City sabiendo además que el brasileño estaba tocado. Se quiso justificar el argentino diciendo tras el partido que tenía pensado cambiar al brasileño por Gudelj en el descanso, pero está claro que en esta situación ha pesado su ego personal (competir en un partido de Champions contra “el mejor equipo del mundo”) sobre los intereses del Sevilla, del club y del equipo.

Pero lo que está claro es que los sustitutos elegidos por Monchi para Koundé y Diego Carlos, si no se demuestra lo contrario a partir de ahora, son claramente hombres de cristal. Marcao ya llegó lesionado a primeros de julio (se incorporó en la concentración de Corea del Sur), aunque el primer diagnóstico de Lopetegui fue otro: venía con un tono físico claramente por debajo del resto. Fueron pasando los amistosos y el jugador no aparecía por las alineaciones y ni siquiera se vestía de corto. Después, fue Monchi el que aseguró que se le había reproducido una lesión en los isquiotibiales que sufrió en la recta final de la pasada campaña en el Galatasaray, pero que ya estaba recuperado. El propio jugador dijo en su presentación que ya estaba bien y que todo dependía de la decisión del técnico, pero ni debutó ni entrenaba con el grupo. Se pasó la pretemporada entera y comenzó la Liga apartado del grupo hasta que el club hacía oficial el 26 de agosto una “microrrotura” en los isquiotibiales de su pierna izquierda, cifrando el periodo de recuperación en tres semanas.

“Pasaron 1, 2, 3, 4, 5 y 6 semanas..."

Pero, como en la canción del barquito de papel, “pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas...” y el jugador seguía sin aparecer. Se filtraba que Lopetegui había acordado con el club respetar los plazos y ser más prudente con la vuelta de los jugadores lesionados ante la fatal experiencia de la pasada campaña... hasta que llegó Sampaoli, que en este tema hizo saltar el acuerdo conservador por los aires y entró como un elefante en la enfermería.

Habló con el jugador y entre ambos acordaron que, aunque no estaba aún recuperado y sentía dolor, Marcao iba a saltar a la arena ante los leones. Curioso cuando Lopetegui, en la previa del partido ante el Borussia Dortmund que fue su atípica despedida sólo dos día antes, aseguraba que no tenía aún el alta médica, cortando de manera rápida al periodista que le preguntó.

Marcao jugó los 90 minutos ante el Athletic, y en Dortmund en el segundo partido de Sampaoli, tras una actuación muy seria, al final se tiraba al suelo y tenía que ser sustituido. No obstante, jugó en Mallorca, pero ante el Valencia no fue ni convocado en un partido en el que precisamente se lesionaba Nianzou.

Marcao reapereció ante el Real Madrid, partido al que fue siendo duda y jugó ante el Copenhague y frente al Rayo Vallecano, duelo en el que también acabó muy cargado. Pese a ello y pese a que no había nada en juego ante el City y un derbi clave tres días después, Sampaoli corría el riesgo y el futbolista acababa rompiéndose.

El 'annus horribilis' de Nianzou en el Bayern

A la pareja elegida por Monchi para Marcao en el centro de la defensa, el joven Tanguy Nianzou, tampoco le ha ido mucho mejor y acumula un historial de lesiones, sobre todo hace un par de temporadas en el Bayern Múnich, que invita a la preocupación. Su figura longuilínea, de fibra larga, puede que sea propensa a las lesiones musculares, estrenándose en el Sevilla con una rotura en el recto anterior frenándolo en seco en el partido ante el Valencia, en el que literalmente no pudo seguir tras sentir el latigazo. El jugador ha vuelto este viernes a entrenar, pero aún le queda y en teoría no volverá a jugar hasta después del Mundial. La pena es que este percance llegó en su mejor momento, cuando parecía despegar tras haber anotado su primer gol ante el Borussia Dortmund en Alemania aprovechando su excelente remate de cabeza.

Sin embargo, lo que resulta inquietante en el historial de Nianzou fue lo que tuvo que pasar hace dos temporadas en el Bayern Múnich. Su propensión a las lesiones musculares, con el muslo como caballo de batalla, se puso de manifiesto con dos lesiones más el periodo de inactividad que le hicieron perderse 34 partidos. En agosto sufrió una distensión muscular, perdiéndose 60 días de entrenamiento y 13 partidos. Después, en diciembre sufrió un desgarro en la misma zona, en el muslo, estando fuera de la dinámica de trabajo 47 días y siendo baja en 10 partidos. Por último, por circunstancias no concretas, aunque relacionadas por su falta de físico se perdió otros 11 encuentros y 47 días de entrenamiento.

Rekik se retira del partido ante el Atlético tras caer lesionado. / Antonio Pizarro

Rekik, otro hombre de cristal

El único central de la primera plantilla que Sampaoli tiene apto para el derbi, con las reservas de que acaba de salir de una lesión y sólo ha jugado un partido en el que no había nada en juego (en Mánchester) es Karim Rekik, otro jugador que tampoco ha tenido una continuidad en el Sevilla a causa de las lesiones y también, para qué negarlo, por la imposibilidad de competir con Koundé y Diego Carlos.

El neerlandés, uno de los jugadores que acudió la pasada campaña a Madrid a visitar a un especialista ante la plaga de lesiones musculares que pasó el equipo, sufrió una rotura de fibras a principios de octubre ante el Atlético de Madrid, partido en el que tuvo que ser sustituido y que después el club confirmó que sufría una rotura de fibras en la zona distal del bíceps femoral de su pierna izquierda.

De la maldición no escapan ni Koundé ni Diego Carlos

Como dato curioso, comentar que a esta maldición que persigue a los sustitutos de Koundé y Diego Carlos no han escapado ni ellos mismos. Sabida es la mala suerte del brasileño, quien se partió el tendón de Aquiles prácticamente en su segundo partido oficial con el Aston Villa, mientras que una lesión muscular y otra en el tendón de Aquiles, junto con los problemas del Barcelona para inscribir jugadores, han hecho que el francés, tras su traspaso por 50 millones de euros, apenas haya participado en 10 partidos y en algo más de 800 minutos entre Liga y Champions con la camiseta azulgrana.

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