Sporting - Sevilla: Una defensa para un abono en cardiología (2-1)

El Sevilla de García Pimienta cosecha su segunda derrota en pretemporada ante el Sporting de Portugal víctima de una defensa temerariamente adelantada sin el mínimo de velocidad para ello

Discreto debut de Saúl, mejores detalles de Lokonga y ligera mejoría con en los minutos finales con la salida de los canteranos

El Sevilla se deja asaltar por los piratas de Orlando en su primer amistoso (0-2)

Sambi Lokonga, en su debut con el Sevilla. / Europa Press

Habrá que hacer un esfuerzo. Tener fe, apretar los puños, confiar en los profesionales... todas esas cosas que se dicen. Pero ahora mismo lo que le queda al aficionado sevillista es la certeza de que va a sufrir como un pavo escuchando villancicos hasta que Xavier García Pimienta afine su modelo fundamentalmente en la posición de la línea defensiva, claramente la parte blanda de la carrocería.

El equipo sevillista recibió la segunda derrota de la pretemporada, esta vez ante un rival que sí es apto para evaluar lo que puede llegar a dar este grupo cuando agosto avance y se meta casi en septiembre y también con la referencia de un once que puede considerarse medio titular, a excepción del lateral derecho (no estaban ni Navas ni Juanlu) y uno de los centrales, sin la presencia de Badé.

García Pimienta le dio ya por primera vez a varios jugadores más de 60 minutos ante un Sporting que hizo mucho daño en ese juego al filo de la navaja que propone el técnico catalán. 

Y si no lo remedian pronto entre él y Víctor Orta al sevillista le queda un año de abono en la consulta del cardiólogo. Más allá de los libros de estilo, que cada entrenador tiene el suyo como es lógico, el Sevilla está pasando de un extremo a otro con excesiva estridencia. Quique Sánchez Flores llegó hace unos meses para frenar la sangría defensiva y lo consiguió arropando el bloque con una zaga de cinco bien juntita puesto que no tenía centrales con un mínimo de velocidad. Ahora, la apuesta de García Pimienta es adelantar la defensa a unos terrenos totalmente compatibles con cualquier nivel de suicidio. No tiene por qué ser un modelo equivocado. Para nada. Lo que es evidente y no podrá negar nadie de los que mandan en el Sevilla es que necesita mucho trabajo para acoplar las piezas, para que los jugadores asuman y entiendan sus nuevos roles y, sobre todo, que lleguen defensas con las facultades apropiadas y la valentía y lo que hay que tener para manejarse en inmensos espacios abiertos.

Saúl, en su debut con el Sevilla. / Europa Press

El resto está bien. Todo pinta a buen gusto y a una propuesta agresiva y vertical. El Sevilla es un equipo que se junta mucho para presionar, que bascula mucho (ojo con eso porque aparecen espacios en los costados) y que en ese 4-3-3 con la vuelta a la figura de los interiores va a arrancar muchas palmas en el Sánchez-Pizjuán. En esa posición hizo su presentación un Saúl un tanto desaparecido, perdido en la primera parte, aunue algo emergió en el rato que jugó de la segunda. Lokonga sí mostró buenos detalles, de rapidez sobre todo al soltar el balón y de estar bien posicionado, pero el problema ahora mismo está en la situación con la que el Sevilla se prepara para cerrar espacios y presionar, con la línea de cuatro a ser posible en el centro del campo e incluso con la tendencia de centrales y laterales de hacer seguimiento a los delanteros rivales que bajan a recibir.

Ello acaba en un agujero negro al primer despiste. Si los piratas sudafricanos ya lo aprovecharon en el primer amistoso, a los 15 minutos el Sporting ya había recogido sedal con un pez en el anzuelo. Ribeiro batió por bajo a Alberto Flores mientras Darío y Gudelj dejaban la autopista abierta. 

El segundo gol fue más evidente. No le hizo falta al rival ni atraer. En el saque de centro tras el descanso, le cogió la espalda. Y hasta pudo caer el tercero en un error en el pase de Marcao.

En ataque ya ha quedado dicho que cuando todo se acople el aficionado se puede divertir, aunque el equipo se soltó poco. Ejuke fue quien mostró el camino en una jugada en la que Isaac no fue capaz de rematar a placer el centro de Pedrosa. No obstante, no sería hasta con la entrada de varios chavales de la cantera de golpe cuando la cosa se animó. Idumbo, con chispa, expulsó a un defensa del Sporting en una de sus carreras y Ramón Martínez, ya en los minutos finales, acortó anotó el primer gol de la pretemporada al culminar un corner ensayado.

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