Los sevillistas se lanzan a la carretera: más de 1.300 aficionados viajan para la Copa del Rey

La afición del Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
La afición del Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán. / José Manuel Vidal

La crisis en Nervión es (casi) total. La entidad hispalense anda inmerso en un mal momento deportivo, el cual se une con las dificultades económicos y choca con la tensión social. Sin embargo, esa 'tensión', lejos de crear una indiferencia en torno al equipo, ha fortalecido el seguimiento al Sevilla fuera de casa.

El conjunto nervionense encara la Copa del Rey con la necesidad de querer soñar... y su afición no le va a dejar solo. Más de 1.300 sevillistas se han desplazado hasta Getafe para el choque de octavos de final de la competición del 'KO' y, aunque la situación es límite, mostrarán su apoyo al equipo a 500 kilómetros del Ramón Sánchez-Pizjuán.

El Getafe y la Copa, recuerdos de tiempos gloriosos

En el fútbol, todos tienden a romantizar las 'casualidades'. Primero, porque estás difícilmente existen y, segundo, porque el deporte rey en España se acerca más a un sentimiento que a un mero protocolo de dos equipos en busca de meter el balón dentro de una portería. Es complicado de entender cómo el Sevilla, en la situación tan mala que está, será arropado por más de 1.300 sevillistas en unos octavos de final de Copa del Rey.

Más allá de la 'fe ciega' que guardan los nervionenses sobre su escudo, se debe a la magia del torneo del 'KO'... y los motivos para querer ilusionarse. En octavos de final, el Sevilla se enfrentará al Getafe, un equipo que, cada vez que se ha enfrentado en esta competición, acabó alzando la Copa del Reyacabó alzando la Copa del Rey. La afición desea tocar plata y 'arreglar' una temporada desastrosa en todos los ámbitos del club.

Precisamente ante el club azulón se dio el mayor desplazamiento en la historia del fútbol español. El 23 de junio de 2007, el Sevilla disputó la final de la Copa del Rey ante el Getafe, en el Estadio Santiago Bernabéu. Hasta 85.000 aficionados nervionenses peregrinaron hasta la capital del país para llevar en volandas a su equipo hacia el título. La mitad de las entradas del equipo rival no se vendieron y acabaron en manos de los sevillistas y, pese a que 20.000 no pudieron ver la final desde el interior, la fiesta fue absoluta en Madrid.

El Sevilla busca repetir proeza, pese a su situación en LaLiga EA Sports. La afición, más que querer, necesita a la Copa del Rey.

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