El sevillismo promueve ahora una ovación a Lopetegui y una bronca al palco

El futuro de Julen Lopetegui está ya marcado. Si no ocurre nada extraño, se sentará este miércoles en el banquillo local del Sánchez-Pizjuán y soportará todo lo que le echen, aparte de enfrentarse a las fieras del Dortmund, como los gladiadores de la antigua Roma, pero con la diferencia de que sabe que el dedo del César al final marcará una sola dirección posible: hacia abajo.

Lo curioso es que el sevillismo, ése que ha sido en gran parte el que ha precipitado la situación en la que el guipuzcoano se encuentra hoy, se moviliza desde que acabó la reunión del consejo ejecutivo este lunes para promover una especie de homenaje (suena hasta macabro) al entrenador todavía sevillista, una ovación cerrada al técnico y, seguidamente, una sonora bronca al palco.

La afición cae ahora en que el entrenador que ha llevado al Sevilla a ganar su sexta Europa League, que ha logrado tres clasificaciones seguidas para Champions, que tiene el menor porcentaje de derrotas de la historia, que ha logrado la mayor puntuación en la Liga de la historia también en una sola temporada... merece un respeto y no sufrir el escarnio de aguantar una situación como ésa, con el club todavía sin poderlo destituir porque no ha cerrado el acuerdo con Sampaoli.

Es tarde, está claro. Sobre todo porque la histeria que penetró en el cuerpo de Castro y compañía vino motivada por la impaciencia y el descontento de la afición, que pedía la cabeza del entrenador y estalló en un "Pepe Castro, dimisión" por su inacción en este tema.

Incluso había aficionados que recriminaban a otros este cambio de parecer cuando hay muchos que han faltado el respeto al entrenador.

¿Y si gana al Borussia Dortmund?

Pero el sevillismo ha visto ahora que las formas no están siendo las correctas. Y además, está otra situación posible: ¿qué ocurrirá si el Sevilla gana al Borussia Dortmund? Está previsto que nada, pues la decisión está tomada y puede decirse que Sampaoli está en camino y no sería serio decirle ahora que esperara.

Castro, además, bajo el consejo -eso sí- de Joaquín Caparrós haciendo las funciones de Monchi, ya destituyó a un entrenador tras un gran triunfo en la Liga, 5-2 en el Sánchez-Pizjuán ante la Real Sociedad en un gran partido de los de Pablo Machín. Es verdad que fue tres días después al caer el Sevilla eliminado de la Europa Legaue en la República Checa ante el Slavia de Praga.