Sevilla-Osasuna: Un espejo en el que mirarse
El Sevilla necesita hallar de una vez su identidad y definir su estatus en la Liga y para ello debe vencer a un Osasuna que muestra la forma con la que los humildes pueden mirar arriba
García Pimienta ve el "momento de dar un golpe encima de la mesa"
Quizá resulte oportunista o ventajista recordar que la primera tentativa para suplir a Monchi cuando éste cogió las puertas, por segunda vez, tras diferir de la política de José María del Nido Carrasco, principalmente, fue Braulio Vázquez. El director deportivo del Osasuna prefirió seguir con Jagoba Arrasate consolidando a los rojillos en Primera División que meterse en el avispero de Nervión, por mucho nombre y atractivo que siga teniendo un club como el Sevilla. El gestor gallego, un año después de aquel no a los dirigentes blanquirrojos, tuvo su particular tormenta, cuando Arrasate, su entrenador franquicia en los últimos años, decidió no seguir en El Sadar y tuvo que buscar un sustituto. Y lo halló en Vicente Moreno: y ahí están los rojillos, séptimos y cerca de asaltar los puestos Champions.
El Osasuna de Braulio Vázquez y de Vicente Moreno puede ofrecer un buen espejo en el que podría mirarse este Sevilla a veces narcisista y a veces difuso que no termina de reconocerse cuando se mira sobre el reflejo del azogue. García Pimienta ya parece haberse dado cuenta de que no puede seguir en esta indefinición que corre el riesgo de cronificarse. Quizá por eso ayer, víspera del partido de forma inusual, habló de que el Sevilla está ante un partido idóneo para dar un golpe encima de la mesa. No se trata ya de seguir creciendo, sino de consolidar ese crecimiento y de encontrar el estatus que desea en la Liga.
Porque la medianía de estar a seis puntos de los puestos europeos y a cinco de los puestos de descenso invita a una lánguida mediocridad cuya comodidad podría restar potencial a una plantilla que tiene elementos para que se les saque más jugo. ¿Que no halla las vía del gol Isaac? Pues habrá que dotar al equipo de los mecanismos y las estructuras necesarias para que el lebrijano se reencuentre con la suerte suprema del fútbol. Porque meterlos los ha metido y no se le ha podido olvidar cómo.
El espejo de Osasuna va más allá de cómo Braulio capeó el temporal de la marcha de Arrasate, quien por cierto también desechó la opción de calmar las avispas en Nervión ante la seguridad que le ofrecía el poderosísimo Mallorca... En El Sadar han encontrado el camino de mirar a la zona noble de la Liga sin alharacas, desde el pragmatismo y ese sentidiño que reclama el nuevo director general del Sevilla, gallego como el director deportivo del Osasuna. ¿Que hay que fichar en Segunda División? Ahí están Boyomo (Valladolid) y Bretones (Oviedo) como titulares en el equipo.
Pero también hay que tener un poquito de savoir faire o de fiabilidad para atraer a un futbolista como Bryan Zaragoza y lograr su cesión del Bayern Múnich. Y luego, claro, tiene que haber un entrenador que dé con la tecla con un fútbol sencillo.
En esto anda García Pimienta, en dar de una vez con la tecla y “enorgullecer también a la afición”, que anda desencantadilla como demostró con esos pitos en la segunda parte contra el Rayo Vallecano, cuando los madrileños, con un futbolista menos, fueron capaces de asustar de veras a un Sevilla pusilánime.
El Osasuna tiene más potencial que el Rayo. Y el técnico catalán lo sabe, por eso advirtió ayer públicamente de que el encuentro entraña una dificultad especial: por la fuerza del rival y por su forma de jugar, sin miedo ni nervios a la hora de ceder el balón y esperar el momento de dar el zarpazo.
Tras el Sevilla-Rayo, y pese a la victoria, pocos sevillistas daban un duro por su equipo en el siguiente partido contra el Osasuna, vistos los rendimientos de uno y otro en este campeonato tan irregular.
En el amor propio de los futbolistas y del propio técnico debe estar ahora la determinación para, con fútbol y goles, desmentir esa desconfianza. Así se dan los golpes en la mesa.
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