Inscribir a Iheanacho y encontrar el relevo de Acuña

Cuando parecía que sería Gonzalo Montiel el que dejaría hueco en la plantilla y dinero en las arcas del Sevilla para inscribir a Iheanacho, parece que lo ha adelantado por la derecha Marcos Acuña como hombre que posibilitará esa necesidad. La urgencia del club de Nervión por no retrasar más la inscripción de una de las apuestas firmes del nuevo proyecto de Víctor Orta es evidente. Es la primera vez en la historia que el Sevilla no puede contar con todos sus fichajes en el debut liguero por el tema de inscripciones. Un feo baldón.

En el club existía plena confianza en que Iheanacho, que viajó a Las Palmas pero no pudo ser inscrito, ya podría estar a disposición de García Pimienta en el estreno liguero del Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán, este viernes frente al Villarreal. Por una operación o por otra. De hecho, ahora mismo rebasa por poco el límite salarial y el mero hecho de la salida de Acuña, aunque fuera sin ingreso alguno por traspaso, facilitará de sobra la inscripción del delantero. Claro que Orta está urgido ahora en la adquisición de otro futbolista que palie el hueco que deja el lateral argentino.

El director deportivo sevillista podría reactivar la opción de Javi Galán, cuyo nombre ya fue relacionado semanas atrás con el Sevilla, como posible cesión, dado que Diego Simeone no lo tiene como prioridad en el Atlético de Madrid. El club madrileño lo fichó del Celta en 2023 por 5 millones de euros, pero en enero de 2024 lo cedió a la Real Sociedad ante la falta de minutos. Pero su ficha es elevada. Sería desvestir un santo para vestir a otro.

No es por tanto la única opción que maneja Víctor Orta, ni muchísimo menos. Por experiencia respondería, pues ya tiene 29 años, pero quizá sea un lateral de un perfil demasiado similar al de Pedrosa, por su faceta ofensiva, cuando lo que necesita el Sevilla es seguridad defensiva, al margen del asunto económico.

Esta semana, aparte de lo de Acuña, podría haber novedades también sobre la situación de Montiel. Mientras el Nottingham se mantiene en silencio, el argentino llama la atención de otros clubes europeos. Y sabe que en el Sevilla ya no tiene cabida ante la necesidad de recorte y el exceso de laterales derechos. Su salida permitirá un esfuerzo en otro central o medio centro.