Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Aun con la depauperación de su plantilla, tan remozada y rejuvenecida, el Sevilla mantiene cerca de una decena de internacionales que deben cumplir con los compromisos futbolísticos de sus países, sean éstos de origen o adopción. Y en el primer parón para los partidos de selecciones, García Pimienta ha visto cómo se le han marchado ocho futbolistas, algunos de los cuales llegaron incluso con la temporada iniciada, con lo que habría sido grato al entrenador poder tenerlos a sus órdenes en este receso tan necesario para reajustarlo todo. Porque el Sevilla actual necesita todos los cuidados posibles y el menor número de sobresaltos.
Pero el virus FIFA, feliz calificación para el mal que cada dos por tres afecta a los clubes de élite, es implacable y no se para en cuitas particulares. El mejor ejemplo lo ha sufrido este Sevilla tan necesitado en este primer receso para el lucimiento de los futbolistas con sus selecciones.
Badé, de los últimos en incorporarse por haber jugado junto a Juanlu la final de fútbol de los Juegos Olímpicos, acudió presto a la citación de Didier Deschamps, ilusionado con su posible debut con la absoluta de Francia, y volvió antes de tiempo y con una lesión muscular. Afortunadamente, no reviste gravedad y en un par de semanas estará lista, si la evolución es positiva. Pero este sábado frente al Getafe no estará uno de los baluartes más firmes.
El del central galo de 24 años no es el único ejemplo de cómo el virus FIFA se transmuta en pulgas para este perro flaco que es el Sevilla actual. El recién llegado Valentín Barco, titular en el Sevilla con un entrenamiento y medio la misma semana que aterrizó y fue presentado en Nervión, se pegó un largo viaje hasta Argentina del que aún no regresó para ni siquiera ser convocado en ninguno de los dos partidos de clasificación al Mundial por Lionel Scaloni.
El seleccionador albiceleste sorprendió incluyendo al Colorado Barco justo antes de que fichase por el Sevilla como relevo de Acuña, dejando a éste fuera. Pero posteriormente citó al ex sevillista, una vez que éste debutó en el River Plate, y el juvenil cedido por el Brighton se quedó sin sitio. Sin posibilidad de debutar en un partido oficial.
Evidentemente, Scaloni ya no iba a desconvocar al joven jugador sevillista, que viajó a su país con la ilusión de verse citado para dos partidos oficiales con la absoluta, con la que debutó el pasado mes de marzo en un amistoso. Pero lo paradójico es que Barco se pegó el palizón de cruzar el Atlántico por dos veces para ni siquiera sentarse en el banquillo, ni frente a Chile (3-0), partido que tampoco jugó Montiel, ni frente a Colombia, en la derrota albiceleste en Barranquilla (2-1). En este encuentro sí jugó la primera parte Montiel. Al menos su viaje fue provechoso en cuanto a minutos.
Iheanacho también se quedó sin jugar ni un minuto, y también se pegó un largo viaje del que será el último en volver por los problemas de las conexiones aéreas en África. Sí fue convocado por el seleccionador nigeriano, Augustine Eguavoen, pero guardó banquillo frente a Ruanda en casa (3-0) y también en Benín (0-0). Total, otro viaje en balde y privando a García Pimienta de poder imbuirle sus ideas, siendo el delantero, como el lateral izquierdo, quizá el futbolista nuevo que necesita más contacto con sus nuevos compañeros, más adaptación al nuevo sistema e ideario del técnico barcelonés.
Valentín Barco, Montiel e Iheanacho serán los últimos en incorporarse. Es posible que no estén listos hasta el viernes, víspera del partido con el Getafe, aunque hay más esperanzas de que los argentinos lleguen antes. García Pimienta dirigió ayer una sesión con diez ausencias, con Nyland y Lukébakio como primeros internacionales incorporados y sin los lesionados Badé, Lokonga y Suso.
Hoy ya estarán los internacionales sub 21 Juanlu y Agoumé. Y el técnico estará pendiente de cómo llega el medio francés. Saúl cumple el segundo partido de sanción y el Sevilla no anda sobrado en el eje, ni el de la medular ni el de la zaga...
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