El balón parado, estadística en el debe de García Pimienta

Frente al Osasuna dispuso de 20 opciones entre cinco córneres y tiros libres, algunos de éstos fueron lejanos, y ni inquietó: Jesús Navas en diez minutos centró más y con más peligro que el resto del equipo

El primer error de Álvaro Fernández… con Nyland calentando

Kike Salas bate a Sergio Herrera, pero Isaac estaba en fuera de juego por poco.
Kike Salas bate a Sergio Herrera, pero Isaac estaba en fuera de juego por poco. / Antonio Pizarro

Frente al Osasuna el Sevilla dio el do de pecho. "El equipo ha dado todo lo que tenía", aseguró orgulloso por el rendimento de sus muchachos García Pimienta. La falta de eficacia en la portería contraria privó a los nervionenses de sumar un triunfo que habría merecido por ganas, hambre y ocasiones. También le faltó una pizca de suerte como la que faltó en el gol anulado a Kike Salas por un fuera de juego previo de Isaac tras una enorme jugada, o ese remate al cuerpo de Sergio Herrera de Lukébakio en el minuto 95. Pero las estadísticas también dejan aspectos a revisar.

El balón parado sigue siendo una asignatura pendiente del Sevilla de García Pimienta, además de la ya consabida dependencia de su único goleador prácticamente, Lukébakio. El belga ha marcado seis de los de los 14 goles que lleva el Sevilla y además ha anotado también el único que aparece en las estadísticas a balón parado: el penalti que definió el derbi.

La estrategia no está siendo el fuerte de un García Pimienta que tenía fundadas razones para mostrar ese orgullo por sus futbolistas. También para dejar caer que dando "todo lo que tiene" no le da para más que un empate. Pero esas mismas estadísticas que fortalecen la obvia mejoría colectiva del Sevilla también dejan en su debe el asunto del balón parado: 5 córneres y 15 faltas, algunas lejanas, eso sí, y nueva cuenta a cero de ocasiones peligrosas en ese apartado, no ya de goles.

Pero no sólo se trata de un déficit a balón parado. El Sevilla tuvo mucha más posesión que el Osasuna, 65%-35%. Tuvo muchos más remates (12-7) y además remató más entre los tres palos (5-3). Sergio Herrera tuvo que realizar más paradas que Álvaro Fernández, justo el doble (4-2). Pero no sacó ningún rédito a sus numerosos centros (6) de los cuales Jesús Navas realizó la mitad (3) y además sus pases al área levantaron a la grada porque llevaron más peligro que el que habían llevado hasta entonces sus compañeros con centros inocuos, salvedad hecha del excelente pase de Isaac en la clara ocasión de Sow en la primera parte (24').

El cuerpo técnico del entrenador del Sevilla tiene tarea por delante para mejorar esas estadísticas, sobre todo las referentes al balón parado. Si no fuera por ese penalti que marcó Lukébakio, el equipo nervionense sería el único que no ha marcado con la pelota quieta, aunque en puridad de estrategia sí es el único que no ha logrado ningún tanto en 15 jornadas ligueras. Y esto es algo que no se lo puede permitir un equipo que en años precedentes ha sido un verdadero especialista en la materia, hasta convertirse en el equipo más peligroso en ese apartado. El contraste es demasiado grande, del todo a la nada.

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