El Sevilla Atlético peca de ineficacia de cara al gol (0-0)

No tuvo su noche el Sevilla Atlético en el Jesús Navas ante uno de los equipos con mayor presupuesto de la categoría como es el Ceuta. El filial sevillista volvió a demostrar que tiene nivel para estar en la parte alta de la tabla. Dominó, sometió y asedió. Pero ante la falta de efectividad de los delanteros, poco pudo hacer un Galván que volvió a ver el encuentro desde la grada por la sanción de Marbella. También entró en juego el efectó dominó de primer equipo. La lesión de Nyland dio la oportunidad de debutar a Árbol en Primera Federación.

Ni Antonetti ni Mateo Mejía estuvieron acertados

Durante la primera mitad el Sevilla Atlético mostró en el Jesús Navas su lado más competitivo. La presión asfixiante del filial rojiblanco, característica de los equipos de Jesús Galván, neutralizó al Ceuta durante casi la totalidad de los primeros cuarenta y cinco minutos. Con dos puntas arriba, Mateo Mejía y Antonetti, no dejaron sacar la pelota jugada. No obstante, ambos desperdiciaron varias ocasiones claras de gol. El zaragozano, especialmente, estuvo nulo de en los metros finales desperdiciando un mano a mano y dos remates dentro del área. Atrás, Árbol apenas tuvo trabajo en su debut. 

En la segunda parte la tónica del encuentro fue la misma, eso sí, sin la presencia de Ramón Martínez que se marchó en el descanso por una contractura, según Galván. Las numerosas llegadas del Sevilla Atlético no se materializaron por la falta de contundencia en los metros finales de los puntas sevillistas. Mejía se tuvo que marchar retirado por una aparente lesión en el hombro, dando paso a Pascual y Sow. No obstante, ni a balón parado, ni de rebote ni tampoco dentro del área. El Sevilla Atlético se topó con su propia falta de portería y con un Pedro López sobrio, hasta dos largueros llegaron a acumular Antonetti y Hormigo. Pese a que el Sevilla Atlético las tuvo de todos los colores, el gol no llegó y el filial rojiblanco se marchó con la sensación de dejarse dos punto en un feudo que cada día es más sólido.