El Sevilla, agarrado a Isaac como si fuera El Cid

En el Sevilla de la actualidad, de la crisis continua y el descrédito generalizado, la carestía se mide con hechos como el susto tremendo que dio Isaac cuando su ex compañero Joan Jordán le cayó encima de su tobillo al inicio del partido en Mendizorroza. Como en un feo guiño del destino, tuvo que ser un futbolista por el que el Sevilla paga un 60% de su ficha el que produjera ese sobresalto que parece que no producirá un daño tan grave. Isaac sólo tiene un esguince leve en el tobillo derecho y en el Sevilla son optimistas. Incluso podría reaparecer antes de lo previsto, quién sabe si el fornido delantero lebrijano podrá jugar el martes frente al Valladolid... Isaac aparecerá entonces como el legendario Cid en la defensa de Valencia de las tropas almorávides.

El primero que se temió lo peor fue Xavi García Pimienta, quien tras firmar el peor partido desde que arribó a Nervión, dejó caer lo de que no tenía muy buena pinta. El sevillismo cruzó los dedos y esperó ansioso el resultado de las primeras pruebas al bravo jugador lebrijano: esguince leve en la sindesmosis anterior del tobillo derecho. En román paladino, que podría estar jugando ya mismo, aunque aún tiene pendiente una resonancia magnética, tras la primera radiografía, que permita definir mejor el alcance de la lesión.

De la collera con En-Nesyri a la soledad

El técnico sevillista se temió lo peor viendo la acción con Joan Jordán, que le cayó encima de espaldas sobre la articulación inferior derecha en una fea postura. García Pimienta dio una clave tácita de la actual carestía: Isaac es un futbolista muy importante para este Sevilla. Incluso más que cuando apareció como un salvador el pasado enero irrumpiendo con una fuerza telúrica en el equipo de Quique y convirtiéndose en la mejor pareja de ataque de En-Nesyri una vez éste regresó de la Copa Africana de Naciones. 

Sucede que ya ni siquiera está el marroquí y que Iheanacho, el presunto relevo del máximo goleador del Sevilla en los últimos años, ha dado una imagen paupérrima en sus escasas apariciones, una imagen impropia de un futbolista de élite por su mezcla de pésimo estado de forma y de indolencia sobre el césped.

Cuatro goles en Liga como aval

Lo más ilustrativo de que Isaac se haya convertido en un futbolista estandarte del Sevilla es que esta temporada ni siquiera ha marcado aún. Y que en la media campaña pasada marcó cuatro goles y dio cuatro asistencias en sus 14 partidos de Liga, además de otros dos tantos en sendos encuentros de Copa del Rey. Pero, pese a que esta campaña apenas ha dado una asistencia, la del gol de Juanlu en Las Palmas, su valor trasciende los números que importan para un delantero, solo o acompañado.

En un Sevilla que debe levantarse de nuevo de cero, la excesiva relevancia de Isaac tras su tardía irrupción en la élite, a los 24 años, revela el estado de cosas en Nervión. Puede que juegue incluso el martes en Valladolid, a tenor de su compromiso y su fortaleza, y seguramente lo hará en el derbi. El sevillismo, al menos recibió ayer una buena noticia, y se tomó con menos interés que Sow pueda tener una dolencia más duradera: lesión de grado 2 en los isquiotibiales de la pierna derecha. Es esperado tras el derbi y el parón.

García Pimienta echará más en falta a Sow que el sevillismo, cansado de su irregularidad y su fútbol inane. Isaac, aún sin marcar esta temporada, mantiene su estatus de estandarte, de coraje, de empuje. Un jugador que al menos da señales de que le duele este Sevilla tan depauperado.