Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Sevilla FC
El Sevilla está hecho un desastre por la fallida planificación. La expulsión de Rakitic, superado una vez más en ritmo y velocidad en el centro del campo, y la de Nianzou, un joven inexperto al que han metido a intentar calmar un avispero, son la consecuencia de un equipo mal parido que ya venía mostrando sus graves carencias en la medular y su déficit de piezas en la defensa desde hacía dos años. Pero los resultados lo taparon todo. Con todo, a este Sevilla se le suman los infortunios y, hay que decirlo, algunas arbitrariedades.
Quizá en el caso del Sevilla-Real Sociedad no hubo aspectos flagrantes más allá de que el VAR, como dijo Jorge Sampaoli, ha revolucionado la forma de interpretar las acciones del juego para sacar tarjeta roja. "Antes se medía la intención, ahora cualquier pisotón es roja", dijo ilustrativamente.
Al margen de las expulsiones hubo dos acciones del juego que, ante tanta desgracia y tal desastre acumulado, pasaron desapercibidas, una más que otra. Fue bastante obvio que Del Cerro Grande no quiso revisar el agarrón de Pacheco a Lamela dentro del área, cuando el argentino trataba de alcanzar un balón para rematar. Quizá exageró la caída, o quizá el defensor lo soltó antes de que cayera. Lo cierto es que el madrileño, con gestos ostensibles, expresó que allí no había nada de nada cuando era una jugada más que dudosa.
Más desapercibido pasó para el público en general la posible posición en fuera de juego de Silva en el 0-2 de la Real Sociedad, una difícil sutileza que invita a la controversia, aunque parece que no es fuera de juego y que si lo fuera sería algo contra natura, forzado por el rigorismo de la norma. O no..., según se mire.
Tanto Brais Méndez como Silva parten en posición legal cuando Mikel Merino lanza un pase interior al área sevillista, que el extremo ataca desde la derecha y el mediapunta desde el centro, hasta que se cruzan en la intersección con el balón. Y en el momento del remate del joven gallego, el veterano canario está cruzándose ante él, en posición adelantada y con sólo un rival entre él y la línea de fondo (Bono), de modo que debe saltar para no cortar la trayectoria del balón, haciendo pantalla visual sobre el portero, que apenas puede reaccionar siendo un disparo cruzado pero suave. Pero la norma no parece recoger esta posibilidad como infracción, por lo que con la regla en la mano, no es fuera de juego. ¿O sí?
¿Qué dice la famosa Regla 11 de las Normas del juego sobre qué jugador está en posición ilegal de fuera de juego?
La regla aclara que "el hecho de estar en posición de fuera de juego no constituye infracción". Y matiza que "únicamente se sancionará a un jugador en posición de fuera de juego en el momento en que el balón toca o es jugado por un compañero de equipo si llega a participar en el juego de forma activa de una de las siguientes maneras:
Alguno dirá que en el primer ítem sobre qué interferencias en el juego de un adversario son antirreglamentarias se explicita que "obstruir claramente el campo visual del adversario". Pero no se puede obviar el modo: "disputándole el balón". Claramente no es el caso de esta jugada.
¿Y el tercero? "Realizar una acción que afecte claramente a la posibilidad de un adversario de jugar el balón". Pues mire usted, ahí sí que la controversia tiende a la ilegalidad, siempre según la interpretación, porque al realizar esa pantalla visual sí que impide a Bono lanzarse una décima de segundo antes para poder atajar el disparo cruzado de Brais Méndez.
En fin, es una acción muy difícil de interpretar y lo cierto es que, tras las dos expulsiones y en plena desazón, nadie dio importancia a una acción que pudo ser decisiva para el desarrollo del partido pero que es muy difícil discernir entre su legalidad, ilegalidad o hasta alegalidad, porque no parece estar recogida en la norma.
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