Diez seguidas, se dice pronto (3-1)

El Sevilla gana a medio gas al Levante y suma en Nervión los 30 puntos en juego tras las derrotas iniciales ante Atlético y Celta.

Jesús Ollero

31 de enero 2016 - 11:51

A medio gas. Al trantrán. Ralentí peligroso pero el Sevilla reaccionó justo cuando más apretaba el Levante para mantener su espectacular línea en el Sánchez-Pizjuán, donde tras empezar la Liga perdiendo ante Atlético y Celta suma die victorias consecutivas, un 30 de 30 que permite al equipo vivir en la esperanza de una temporada que entra en un mes determinante, con la opción de meterse en la final de la Copa del Rey y la vuelta de la Europa League.

Se adelantó a los 50 segundos pero buena parte del segundo tiempo la pasó el Sevilla mirando de reojo a un Levante creciente. La salida de Cuero, con una pinta espléndida, fue un acicate para los locales, que recuperaron una intensidad que habían perdido y que era suficiente para superar a un rival que había puntuado frecuentemente en sus últimas visitas a Nervión.

El Sevilla, avistando un mes clave para el devenir de la temporada, comparece sin tres de sus elementos más relevantes: Vitolo, sancionado, y los lesionados Banega y Krychowiak, éste con pinta de estar fuera varias semanas. Y lo hace con un centro del campo y una línea de tres por delante que, sin ser de circunstancias, está un paso largo por detrás del punto óptimo del Sevilla.

Sin embargo, el inexpugnable Sevilla de Nervión arranca imparable y en menos de un minuto ya manda ante un Levante que siempre intentó tratar bien la pelota y que arriba ofreció posesión y paciencia, pero poca llegada, mientras atrás era superado cada vez que el Sevilla apretaba lo más mínimo.

De hecho, una incorporación de Tremoulinas la terminó culminando Gameiro después de que Iborra no consiguiera rematar y arrastrara a dos defensas. Imposible empezar mejor, más todavía cuando un tiro lejano de Morales que se envenena acaba en el larguero tras blandear Sergio Rico. Incluso, Gameiro puede doblar renta, pero parece demasiado castigo para un Levante que trata bien la pelota pero que se muestra irregular en sus prestaciones.

De hecho, el Levante ronda el gol en varias ocasiones abrazado al talento de Rossi, jugando con cierto margen entre líneas. Pero atrás sufre un disparate con la movilidad de Gameiro en largo y los minutos de esplendor de Reyes.

Pero el Sevilla va perdiendo ritmo. Cuando aprieta desarma al Levante pero cada vez aprieta menos y el equipo granota va pensando que tiene mucho que decir hasta que Reyes rompe a la defensa y pasa atrás a Gameiro, cuyo tiro centrado y a asegurar lo saca Mariño con el pie.

La pausa llega con la grada enfurruñada porque el Sevilla no decide un partido que se puede convertir en trampa tras el tempranero gol de Gameiro, pero si se adelantó en 50 segundos ahora dobla renta en 75. Un minuto y quince segundos. Reyes buscaba a Iborra pero desvió Trujillo y encontró a Gameiro solo, que picó con clase regalando a Iborra un tanto tan agridulce para él como tranquilizador para la grada.

Pero ese trote cochinero del Sevilla lo puede pagar caro a pesar de que su rival da muestras de ser enclenque y frágil. Rossi se encuentra con otras manos blandas de Sergio Rico y marca en el 55 con un tiro centrado y sin peligro aparente. El runrún se acentúa y la grada vuelve a impacientarse, puesto que el Levante arrincona al Sevilla y la acumulación de compromisos empieza a convertirse en un peso mental.

La referida salida de Cuero lo cambió todo porque Emery, que igualó a Caparrós con 59 victorias en el Sevilla (tercero en la clasificación histórica del club), refrescó su línea de medios y Konoplyanka se marcó un golazo por la escuadra que aplacó los nervios del respetable y permitió empezar a pensar en las semifinales de Copa, aunque dio la impresión de jugar muchísimos minutos con la cabeza puesta en el jueves.

stats