Saúl: "Quiero recuperar mi faceta de llegador"
"Hay mucha presión en el ambiente, es la realidad, pero tenemos que verlo como algo positivo, somos el Sevilla", reconoce el ilicitano
La crónica del Real Sociedad-Sevilla (0-1)

Sevilla/Aunque en Sevilla se encadenan los días plomizos y lluviosos, a Saúl Ñíguez se le está abriendo el cielo en el plano profesional. Desde que fichó por el Sevilla Fútbol Club el pasado verano, desoyendo alguna propuesta más jugosa incluso e imponiendo una apuesta muy personal, el centrocampista ilicitano no ha terminado de dar un golpe en la mesa. No extrapola a la yerba los galones que en poco tiempo se ganó en el vestuario.
Ora por sanciones (arrastraba una de la pasada campaña y no pudo debutar en Las Palmas, y luego vio la roja en Mallorca por decirle "eres malísimo" al árbitro), ora por lesiones (seis jornadas seguidas se perdió por una lesión de cadera), y últimamente por un rendimiento irregular, las expectativas de su llegada no habían encontrado respuesta. Pero él no ha bajado la guardia y poco a poco, va aportando más.
De momento, con su pase a Ejuke que acabó en el gol de la importantísima victoria sevillista en el Reale Arena de San Sebastián el pasado domingo, Saúl Ñíguez ya suma seis asistencias en esta Liga, lo que lo lleva a ser incluso el mejor del campeonato en cuanto a asistencias por minutos de juego (acumula 1.152 tras haber tomado parte en 15 de las 27 jornadas disputadas).
Pero el ex centrocampista zurdo del Atlético de Madrid pretende elevar su rendimiento como sevillista y consagrarse como un puntal del equipo de Xavi García Pimienta esgrimiendo una virtud muy común en su etapa colchonera, la de llegador: "Como asistente es el mejor año de mi carrera y llevo 15 partidos. Estoy jugando a veces más adelantado y puedo estar más cerca de dar más pases de gol. Es una faceta que estoy mejorando, pero no puedo perder la faceta de llegador, que me identifica y no estoy teniendo mucha fortuna de cara al gol", declaró a los medios del club antes de participar en el programa 'Sácale partido al cole'.
Antes de atender a los pequeños escolares que aguardaban con ilusión la llegada del jugador, Saúl afirmó que no se ha sentido desaprobado en los partidos en el Ramón Sánchez-Pizjuán después de una serie de encuentros donde su rendimiento ha sido decepcionante: "Todo es cuestión de la perspectiva. Yo no he escuchado pitos, pero lo respeto y entiendo que por ser Saúl me exijan más. Soy el máximo asistente y hay expectativas puestas en mí. Yo también quiero más. Vine con una sanción, la expulsión, la lesión... pero los números están ahí. Pese a todo, me exijo y quiero más".
Y dispone de once jornadas, seis de ellas en el Ramón Sánchez-Pizjuán, para meterse en el bolsillo a la afición y justificar ese brazalete de capitán: "Espero que lo mejor esté por llegar. Estoy cada vez mejor y creo que todavía tiene que llegar. El primer día que volví di la asistencia a Dodi, pero estamos viendo lo que cuesta volver de esas lesiones tendinosas. Con la confianza del míster y de los compañeros te vas encontrando cada vez mejor".
El Sevilla como equipo cada vez está más ajustado. Es difícil derrotarlo y si se adelanta en el marcador, suele ganar y nunca pierde. Le falta mejorar en la creación de juego y en la definición, facetas fundamentales para elevar el irregular rendimiento colectivo en casa, ante equipos más cerrados. Y ahí entra el rol de Saúl.
Ante el Athletic Club el próximo domingo le llega una ocasión, a él y a sus compañeros, para corregir ese décifit. Si lo hacen, el sueño europeo será más factible: "Hay mucha presión en el ambiente, es la realidad, pero tenemos que verlo como algo positivo. Intentamos transmitir que somos el Sevilla FC, un club histórico. Siempre que he venido aquí era una olla a presión. Tenemos que transmitir esa ambición y esas ganas. Que seamos todos uno. Viene un equipazo, pero que les cueste mucho. La afición siempre está, pero tenemos que transmitirles para que se sientan identificados y para que estén hasta el final. Si ganamos o perdemos, que estemos todos juntos. Hay presión en casa y nos cuesta más porque no lo estamos sabiendo gestionar, pero espero que sea un punto de inflexión y que nos ayuden a dar ese siguiente paso".
Finalmente, su futuro en el club: "No depende 100% de mí. Se nota que estoy contento y agradecido por el cariño que me brindan. Me siento querido en el vestuario y en el club e intento dar lo mejor de mí". Cerraba sobre la progresión de las últimas jornadas: "Últimamente estamos siendo un equipo que sale bien a la contra y creo que somos el cuarto con más porterías a cero. Eso recalca el trabajo defensivo. Hay jugadores que se sacrifican atrás para salir con espacio. El 80% de nuestros goles son a la contra".
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