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El pueblo de Sevilla aislado por una carretera con 365 curvas y cada vez más peligrosa

Más que sangre algunos tienen horchata (0-0)

Mallorca-Sevilla | La crónica

El Sevilla suma un solo punto frente al Mallorca en un partido que tuvo alternativas y que no fue capaz de ganar por carecer de una mezcla entre ambición y calidad

Los sevillistas esta vez no encajaron ningún gol, pero tampoco les valió para ganar

Saúl Ñíguez fue expulsado por protestar una falta en el minuto 89

Así le hemos contado el Mallorca-Sevilla

Lukébakio trata de llevarse un balón ante Mojica. / Cati Cladera | Efe

Palma de Mallorca/Empate de complicadas sensaciones del Sevilla de Xavi García Pimienta en su visita al Mallorca. Los sevillistas fueron mejores en algunas fases del encuentro, pero también sufrieron bastante en el tramo final, incluida la expulsión por protestar de un Saúl Ñíguez que debió entender que ya no está en el Atlético de Madrid cuando le muestran una roja por quejarse de una falta sin que medie, al parecer, un insulto grave al gallego Muñiz Ruiz. Pero, sobre todas las cosas, el problema que transmite el equipo bien trabajado por el técnico catalán es que hay demasiados futbolistas indolentes en su plantilla, que ni sienten ni padecen en la mayoría de los casos. Son jugadores aparentes, técnicamente correctos, pero les faltan muchos ingredientes que tienen que ver con la calidad de quienes practican este deporte, es decir, la guindilla, la maldad, las ganas de ganar todos los balones y también de marcar un gol como si se tratara de la última jugada de un partido. Mezclen ambición y calidad y tal vez sea el compendio de lo que se trata de explicar.

Eso es lo que más debe estar echando en falta el entrenador a la hora de tratar de que este Sevilla se convierta en un buen equipo de fútbol. Tiene jugadores que se te meten por los ojos, que son capaces de hacer alguna jugada aislada de mucho mérito, léase Lukébakio, Sow o el recién llegado Iheanacho, pero siempre dan la sensación de no meterle fuego real a las cosas que intentan. Lo hacen todo de forma académica, esprints, regates, hasta los disparos con el interior o de rosca, pero nunca evidencian dolor por los errores y ésa es una de las bases para que la moneda caiga hacia tu lado en un fútbol tan igualado como el actual.

Lokonga, Ejuke e Iheanacho debutaban como titulares dentro de un Sevilla en el que García Pimienta introdujo cinco cambios en su alineación inicial respecto al Villarreal

Por ello, este grupo de futbolistas puede interpretar que su papel en el arranque liguero no es malo, debe creer que es simplemente correcto, que sólo perdieron en esta Liga en el minuto 95 contra el Villarreal y que lo hicieron en un partido que estuvo más cerca de ganar que otra cosa. Es cierto, pero la realidad, la cruda verdad de los datos objetivos, es que sólo lleva dos puntos de nueve disputados y que eso puede conducir a una situación más bonancible o hacia temer el drama en el primer parón. Todo dependerá de la siguiente cita con el Girona en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

50 por ciento de refresco

Como mandan los cánones, García Pimienta iba a refrescar mucho el equipo con una alineación en la que el 50 por ciento de los jugadores de campo eran nuevos. Cinco de los diez no habían sido titulares contra el Villarreal. Repetían, además de Nyland, José Ángel, Badé, Pedrosa, Saúl Ñíguez y Lukébakio para que ingresaran, muchos de ellos debutaran como titulares, Gudelj, Sow, Lokonga, Ejuke e Iheanacho. Era una forma de buscar más intensidad, algo que no sucedería del todo por otros motivos.

El debutante Lokonga sufre un agarrón de Sergi Darder. / Cati Cladera | Efe

El Sevilla sí tenía más físico, pero muchos de sus futbolistas conciben el fútbol como si se echaran un Monopoly o cualquier otro juego de mesa. Todo es frío, sin la intensidad suficiente. Es evidente que tienen calidad, que son capaces de tocar la pelota con corrección cuando les llega hasta ellos, pero hay otro aspecto del fútbol que es indispensable y éste es la maldad, las ganas de derrotar al rival en todos las acciones de un partido.

Eso le falta a ese conjunto de nombres que colecciona Víctor Orta. Ninguno de ellos, salvo alguna excepción, es malo, todos son aparentes, pero a la hora de la verdad les falta ese punto de ambición, de querer hacerse con el triunfo, de tener sangre en los ojos para alcanzar los éxitos. Se exceptúa a Saúl Ñíguez, José Ángel y algunas acciones de Badé o Pedrosa y el resto transmiten, al menos eso parece, que no quiere decir que no deseen ganar, que les da igual ocho que ochenta.

Un contragolpe de tres contra dos con muchas cosas a favor de los sevillistas acababa con un disparo inocuo de Ejuke desde fuera del área que ni siquiera cogía portería

Tal vez de esa manera se pueda hallar una explicación al contragolpe de tres contra dos que desaprovechan en el minuto 38 Iheanacho, Lukébakio y Ejuke. Los tres tenían más velocidad que los defensas, parecían con ventaja para haber hecho mucho más, pero finalmente todo se saldó con un disparo del extremo nigeriano que ni siquiera cogió puerta. También ocurrió algo similar cuando Lukébakio se quedó con un balón cómodo tras una carrera de Pedrosa dejando rivales atrás. El belga tiró facilito a las manos de Leo Román (20'). Una más, no pasa nada.

Pero sí pasa, porque son ocasiones que rara vez vuelven a presentarse y conviene disparar como después lo hiciera el propio Lukebákio (29') para, al menos, obligar a Leo Román a esforzarse. Como también lo hizo José Ángel en un balón rechazado (33') que fue la acción más peligrosa de los sevillistas en este primer periodo.

Dos fases tras el descanso

La puesta en escena del Sevilla después del intermedio no fue desagradable. Los blancos jugaron un cuarto de hora dentro del campo del Mallorca e incluso tuvieron una ocasión de bastante peligro en una llegada desde atrás de Sow. Fue un pase atrás de Saúl Ñíguez que halló al suizo con ventaja para haber rematado a la red. Una vez más, le pegó de forma académica, fuerte y con el interior del pie, pero otra vez se le fue la oportunidad de marcar el gol que hubiera puesto a los suyos por delante (52').

Los cambios de Juanlu e Isaac tuvieron el efecto contrario al deseado por García Pimienta; en lugar de darle más profundidad a los suyos, volcó el campo hacia Nyland

Con anterioridad Lukébakio había obligado a intervenir otra vez a Leo Román (48') e Iheanacho no fue capaz de aprovechar un córner tocado por Badé en el primer poste (50'). Y hasta ahí llegó todo. García Pimienta trató de refrescar al equipo y de darle más profundidad con Juanlu e Isaac. Obtuvo justo el efecto contrario desde que el centrocampista le dio la primera oportunidad clara a Muriqi con un mal despeje hacia atrás. Afortunadamente para el Sevilla, Nyland salvó a los suyos con su salida (64').

El partido invirtió los papeles de los dos equipos a partir de ese momento y quien estuvo mucho más cerca de ganarlo fue el Mallorca. Sin Lokonga en el ancla, Juanlu iba a la presión arriba y dejaba demasiado desprotegidos a Saúl Ñíguez y Sow. Los locales apretaron, pero tampoco tuvieron opciones claras antes del tiempo de prolongación, ya que el cabezazo de Samu Costa fue en claro fuera de juego (65'). Isaac también conectó un disparo duro (82') antes de la expulsión de Saúl Ñíguez (89') simplemente por protestar.

Saúl Ñíguez fue expulsado simplemente por protestar una falta cometida en las cercanías del área sevillista; debió identificar bien pronto que ya no juega en el Atlético de Madrid para reclamar cada jugada

Los locales pudieron ganar en la prolongación tras la expulsión cuando un centro de Mojica no encontró rematador. Así que el Sevilla, para resumir, sumó su segundo empate liguero y el único resultado que aún no conoce es el triunfo. Aparenta cosas, cierto, pero le falta ese puntito de sangre en muchos de sus jugadores, no todos, por supuesto, que es fundamental para estar más cerca del éxito que del fracaso en el fútbol.

Ficha técnica

0 Real Mallorca: Leo Román; Maffeo, Raillo, Valjent, Mojica; Samu Costa, Manu Morlanes (Mascarell, 73’), Sergi Darder (Doménech, 82'), Antonio Sánchez (Dani Rodríguez, 65'); Larin (Asano, 65') y Muriqi (Abdón Prats, 82').

0 Sevilla FC: Nyland; José Ángel, Badé, Gudelj (Marcao, 70'), Pedrosa; Sow, Lokonga (Juanlu, 62'), Saúl Ñíguez; Lukébakio (Jesús Navas, 70'), Iheanacho (Isaac, 62') y Ejuke (Agoumé, 90').

Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). Desde el principio, con los saques de banda, los córners y las faltas, demostró que en caso de duda siempre para el equipo local y el colmo fue cuando expulsó a Saúl Ñíguez (89') por protestar una falta. Amonestó a Sow (88').

Incidencias: Partido de la jornada 3 de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Son Moix ante 20.470 espectadores.

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