La resurrección de Suso y la paradoja de los 4 millones por Peque

El gaditano, defenestrado por García Pimienta y que no jugaba desde el 2 de diciembre, volvió ante el Barça en un partido en el que el catalán (83 minutos en 7 partidos) no apareció

Suso y Peque miden sus fuerzas en un entrenamiento del Sevilla.
Suso y Peque miden sus fuerzas en un entrenamiento del Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Los cambios radicales de criterio son llamativos en el mundo del fútbol. Pueden obedecer a muchas cuestiones y disparan generalmente la imaginación. En ocasiones algunos los explican con argumentos que tienen alguna base sólida y otras veces no. Caprichos de entrenador, órdenes de arriba, mensajes desde el banquillo a los de que mandan... todo vale.

Y en una semana en la que la comidilla en el Sevilla ha sido el affaire entre García Pimienta y el club a cuenta de la plantilla y el mercado de fichajes quizá ha pasado desapercibido, pero no deja de ser llamativa la nueva situación en los planes del técnico de un jugador como Suso, a quien se le ha invitado a marcharse –ya lo hicieron en verano– desde la dirección deportiva y que finalmente, por no perdonar dinero, sigue en la plantilla. El gaditano, un jugador defenestrado absolutamente por García Pimienta, ha vuelto a tener minutos dos meses después de su última aparición. ¿Casualidad que haya sido recién acabado el plazo de fichajes y en la semana en la que el entrenador las ha tenido tiesas con sus jefes?

Suso se ilusionó cuando el Sevilla firmó a García Pimienta en verano. Pensó que un entrenador de su corte, con gusto por el juego de posición, le vendría bien. Incluso le ofreció al club renovar y rechazó una jugosísima oferta de Arabia Saudí. Pero rápidamente se dio de bruces con la realidad. El autor del gol a la Juventus que metió al Sevilla en la final de Budapest y que tiene dos títulos europeos con los nervionenses, no ha sido titular ni un solo partido de Liga con García Pimienta. Es verdad que tuvo lesiones inoportunas, como la que sufrió en Montjuïc ante el Barça, pero su participación se reduce a 7 ratitos, el último ante el Osasuna el 2 de diciembre antes de que saliera el domingo en el minuto 64 por Sow tras la lesión de éste.

Peque, sólo 83 minutos desde el Metropolitano

Ello quizá hace que el sevillista se haga muchas preguntas que afectan a otro jugador, Peque, una apuesta firme en el verano que costó 4 millones de euros. Porque el Barça se acababa de quedar con diez jugadores y la obligación del Sevilla, por detrás (1-3), era intentar remontar, al menos empatar o tratar de meterse en el partido con un segundo gol.

El canterano del Barcelona, un jugador que también llegó con el aval de García Pimienta, que había sido su entrenador en categorías inferiores del club azulgrana, era la única pieza de ataque que le quedaba en el banquillo tras la salida de Ejuke. Y más sorprendió aún que apareciese en el campo en los últimos minutos Marcao.

Peque se ha visto perjudicado claramente con la llegada de Rubén Vargas y es un jugador que el aficionado no acaba de definir cuál es su puesto. Ya ha demostrado que en la banda se pierde y de punta, lógicamente, más todavía. Por dentro, quizá su mejor ubicación, el suizo incluso ofrece más al tener más físico. Ante el Espanyol jugó de titular por la sanción de Isaac. Desde entonces su participación se ha quedado en blanco. Y desde que jugó en el Metropolitano ha participado en sólo 83 minutos (en 3 citas, una de titular) en 7 jornadas. 17, 4 y 62 minutos, respectivamente.

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