Otro reinicio del Sevilla en Cádiz siete meses después

Diego Alonso debe tener en estas vísperas de su estreno a domicilio similares sensaciones que las que tuvo José Luis Mendilibar hace casi siete meses. La diferencia es que el uruguayo ya ha debutado en la Liga y también en la Champions, pero las dos ocasiones han sido al calor de una afición entregada ante dos colosos como el Real Madrid y el Arsenal. Ahora, como el pasado 1 de abril, tiene que vérselas en su estreno a domicilio en el mismo escenario en el que debutó, a pelo, el vizcaíno. En el Nuevo Mirandilla, el Sevilla sacó un trabajado triunfo por 0-2, con goles de Ocampos y En-Nesyri. Ahora el Sevilla vuelve a estar empujado por la necesidad clasificatoria.

Aquel estreno de Mendilibar en el banquillo del Sevilla fue en una situación también de necesidad, aunque más acuciante que la actual. Sucede que ahora, como entonces, ambos rivales están impelidos por la urgencia de un triunfo que desahogue su situación en la clasificación, en la que ambos tienen 9 puntos, con los blanquirrojos decimoterceros, con un partido menos, eso sí, y los amarillos decimosextos. Pero la realidad es que ambos tienen apenas 3 puntos más que el primer colista, el Celta, que es decimoctavo con 6 unidades.

Manuel Vizcaíno ha preparado una fiesta hasta con reparto de cartuchos de pescao frito, música y duelos carnavaleros en los prolegómenos. Se espera una gran entrada ante la oferta de dos entradas por el precio de una para los socios cadistas. Aún no hay ruido de sables en Cádiz, que está arropado por su buen inicio liguero, pero el equipo Sergio González se ha estancado y sólo ha sumado dos puntos de los últimos 18, con varias expulsiones que han condicionado su rendimiento en las últimas jornadas, como la de Robert Navarro en Mestalla. Ya es el Cádiz el equipo con más expulsiones de la Liga, cuatro, y la afición cadista mirará con lupa las decisiones de Soto Grado -y las de Del Cerro Grande en el VAR-. El riojano, curiosamente, es el mismo árbitro que anotó en el acta la victoria sevillista en el Nuevo Mirandilla el 1 de abril, sábado como esta ocasión.

Justo 210 días habrán pasado desde entonces hasta que el colegiado de La Rioja pite de nuevo el inicio del partido en Cádiz, siete meses naturales, y el Sevilla se ve en una situación similar que entonces por muy buena imagen que haya dado ante el Real Madrid y, en menor medida, ante el Arsenal.

Todas estas son las concomitancias de un partido y otro, separados por siete meses solamente. Diego Alonso se ve en una similar obligación que Mendilibar: debe ganar ya sin más dilación para que no haya de nuevo runrún.