El problema no es equivocarse en Dolberg

Opinión | Pisando área

Echar a Sampaoli y dar otro giro a la situación en el Sevilla significaría pagar ahora tres veces el sueldo del entrenador de la próxima temporada

Jorge Sampaoli grita alterado durante el partido ante el Atlético.
Jorge Sampaoli grita alterado durante el partido ante el Atlético. / Sergio Pérez / Efe

EQUIVOCARSE en el fichaje de Dolberg me parece una anécdota y escandalizarse por ello, una soberana tontería. Sus negativas consecuencias, deportivas y económicas, las comparo con las que produjo la apuesta en su día por Rubén Vega, por citar a uno de los primeros tiros fuera de la diana que dio Monchi en su carrera como director deportivo.

Grave, lo que se dice grave, es el agujero económico que van a dejar los bandazos en la dirección de la plantilla del que una sociedad como el Sevilla puede tardar varios años en recuperarse.

El 6-1 del Metropolitano ha soliviantado ya a los listos que recetan con el dinero ajeno, entre otras cosas porque no les duele. El peligro está en que lo apresurado de las decisiones a menudo se mide por la cifra de decibelios de los pitos contra el palco. Si destituir a un entrenador a la séptima jornada de Liga es tirar por el sumidero una partida curiosa de millones, ¿alguien ha reparado en las consecuencias de hacerlo por segunda vez en la misma temporada y en ambos casos teniendo firmada la siguiente?

Entre finiquitos y salarios, mandar a su casa a Sampaoli y a su corte significaría (tras pagarle a Lopetegui) ventilarse así como así unos 25 millones chispa más o menos en una partida, el del sueldo del cuerpo técnico, en la que el Sevilla presupuesta anualmente entre 6 y 8.

Eso al margen de lo que costaría –o costará, porque doy por hecho que saldrá intentando cobrar hasta el último céntimo y buscando culpables hasta en la utillería– contratar a un nuevo entrenador.

Para empezar, dar con el que esté dispuesto a dejarse convencer por unos gestores a los que les queda 10 minutos en el cargo. Como es lógico, antes de empezar a hablar, la primera condición será un segundo año. Con lo que tendremos que el Sevilla habrá pagado en marzo tres veces y a precio de técnico top la ficha del entrenador de la próxima temporada sin saber en qué categoría estará. Ojito y cuidado porque esto no es equivocarse en Rubén Vega o en Dolberg.

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