Mallorca - Sevilla: El rey desnudo, pero al revés

La previa

El Sevilla busca frente al Mallorca de Arrasate, que fuera candidato al banquillo nervionense, un triunfo que ratifique la imagen entre inquietantes halagos de García Pimienta a sus centrales

Es una incógnita qué pareja de centrales saldrá esta vez aunque Muriqi invita a la dupla de Badé y Nianzou ante los previsibles centros

García Pimienta se lleva a Valentín Barco a Mallorca a la espera de su inscripción en LaLiga

Saúl presiona a Isaac, que luce un vendaje en su pierna izquierda. / Juan Carlos Vázquez

La realidad menesterosa del Sevilla de hogaño ha empezado a manifestarse bien pronto en esta incipiente campaña 2024-25, con varias caras distintas. De entrada, va a tener enfrente en Son Moix a un entrenador que fue tanteado por el comité de dirección y que prefirió el Mallorca porque le ofrecía lo que el actual Sevilla no podía, un proyecto con un contrato largo de tres años. Jagoba Arrasate vio más claro el proyecto bermellón y quiso ser fiel a la palabra dada.

Enfrente, Xavi García Pimienta, con una propuesta que difiere bastante a la del ex técnico del Osasuna, tratará de empezar a trasladar al marcador el fútbol que ha desarrollado su equipo, mermado por yerros en el sistema defensivo y en la parcela ofensiva, en la que mostró mucho más que los escasos tres goles logrados. Y, ya por último, para redondear el retrato de necesidad de este Sevilla, el técnico barcelonés está pendiente de la inscripción del último fichaje.

Todo un baño de crudo realismo para empezar un proyecto en el que lo más refrescante es el tremendo ejercicio de fe e ilusión que realiza García Pimienta en cada comparecencia. Una confianza que llega a inquietar al sevillismo cuando se muestra tan seguro de las garantías que para él tienen los centrales de la actual plantilla.

“He utilizado ya a los cinco centrales porque tengo confianza en todos ellos”, dijo ante preguntas de la prensa, una respuesta que hizo torcer el gesto a más de uno y que no se sabe si es por pura candidez del barcelonés, por su optimismo ilimitado o porque de verdad ve lo que el resto no alcanza. Algo así como el cuento El rey desnudo de Hans Christian Andersen, pero al revés. El único que ve bien vestida a la zaga sevillista es el míster. Bueno, el míster y Víctor Orta. 

Onces probables. / Infografía / E.F.

La candidez ante el Villarreal

Impelido por la realidad de que la masa salarial y el peso en esta de futbolistas como Nianzou, Marcao o Gudelj, la dirección deportiva le ha ofrecido a García Pimienta una plantilla que sigue dejando muchísimas dudas en la línea de retaguardia.

Pero el entrenador sevillista empeña una y otra vez su palabra defendiendo a sus futbolistas, mientras éstos han desnudado a su apologeta con errores en cadena como los que se apreciaron en los dos goles del Villarreal. En el segundo, por cierto, hubo pecado de lesa candidez. ¿Cómo es posible que nadie retuviera el balón en el minuto 95 ante el doble y flagrante abuso de un fuera de banda que era a favor del Sevilla y que el Villarreal sacó, entre protestas inútiles del banquillo sevillista, cinco metros más adelante? 

Serán cosas de este Sevilla que inquieta a los suyos e ilusiona a su entrenador entre regalos cándidos y en cadena de su sistema defensivo, en el que Agoumé tampoco termina de cimentar la necesaria estructura de un equipo valiente y de líneas adelantadas. Un equipo que sometió al Villarreal en muchas fases del encuentro como una semana antes había hecho con Las Palmas, con multitud de ocasiones, con sorprendente agresividad y profundidad frente a los que esperaban un juego más plano y previsible...

La incógnita de los centrales

Pero todo ese denodado esfuerzo por imponer su criterio futbolístico se vino abajo por el pecado de candidez o de debilidad, al gusto de cada cual. Lo cierto es que la puesta en escena necesita ya algo más que optimistas y esperanzadas ilusiones si se quiere evitar que lo positivo se quede en mera ilusión óptica llevada por el miedo a querer ver la verdad, como pasó en El traje nuevo del emperador, que así se tituló el elocuente relato romántico del escritor danés.

En lo deportivo, es una incógnita la defensa por la que se decantará esta vez García Pimienta. Puede que ya le dé entrada a Jesús Navas. Y también podría elegir a Badé junto a Nianzou teniendo en cuenta el peligro aéreo de Muriqi. Sería una nueva pareja de centrales. El equipo de Arrasate va a buscar los centros constantes y por ahí sufre el Sevilla, como advirtió el técnico vasco. La baja de Ocampos también abre la duda sobre el flanco derecho, ¿Juanlu? Puede ser. Lo cierto es que el Sevilla no puede seguir paseándose como el rey del cuento, en cueros vivos.

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