Un premio gordo para la leyenda 20 años después

El Sevilla prepara el último partido de Jesús Navas con el reto de romper el maleficio del Santiago Bernabéu en su honor: el mito estuvo presente en los tres triunfos allí en este siglo, el primero hará justo dos décadas este domingo

Jesús Navas recibe el premio Plaza de España por su "gran trayectoria" deportiva y de "valores"

Jesús Navas, con la rodilla ensangrentada, se postra en su adiós del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Jesús Navas, con la rodilla ensangrentada, se postra en su adiós del Ramón Sánchez-Pizjuán. / Antonio Pizarro

Se acerca la hora de la verdad para Jesús Navas. El día que no quería que llegase. El momento para el que todavía no está preparado. En una cuenta atrás que aturde al futbolista de Los Palacios el reloj de arena va vaciándose hacia el instante en que tenga que descalzarse de las botas, esas en las que lleva grabados los nombres de Puerta y Reyes así como el de su abuelo Antonio y los 15 títulos que ha ganado como profesional, ocho con el Sevilla, tres con el Manchester City y cuatro con la selección. Será en el Santiago Bernabéu este domingo a partir de las 16:15.

A eso de las seis de la tarde, un poco más allá quizá, Jesús Navas dejará de ser futbolista profesional para convertirse en leyenda viva del Sevilla. Antes tendrá el último homenaje de sus compañeros y también del rival, un Real Madrid en el que también tiene amigos gracias a su especial paso por la selección. Jesús Navas, con ese carisma labrado a base de humildad y entrega, no pasa desapercibido en ningún sitio.

Será la decimosexta vez que el futbolista de Los Palacios holle el césped del campeón madridista como jugador del Sevilla. Como en un guiño al dorsal que lucirá por última vez en honor a su amigo fallecido. Bueno, en puridad y para ser exactos al margen de lo literario, la decimoquinta: en la temporada 20-21, la de los estadios vacíos por la pandemia, el Real Madrid-Sevilla se jugó en el estadio Alfredo di Stéfano. Hay que restar esa cita por tanto del cómputo global de 13 partidos de Liga, uno de Supercopa de España y otro de Copa del Rey. Aunque si se suma otra visita en la Champions con el Manchester City ya serían 16 veces las que habrá jugado como rival del Madrid en el impresionante coliseo de la Castellana el ya mítico futbolista palaciego.

Detalles emotivos al margen, el Sevilla se halla en otra obligación moral con su todavía capitán y líder, la de intentar brindarle un último triunfo antes de que se descalce de las botas para siempre y se retire del brazo el cinto de capitán para cedérselo a Gudelj, su heredero natural en esta plantilla tan falta de jerarquía. No será nada sencillo. Si en épocas de vacas gordas el Sevilla ha pegado la espantada en Chamartín, ¿cómo se le va a pedir a este equipo en transición que le dedique una última victoria tras la sufridísima frente al Celta en su postrero partido en Nervión? Aunque si se trata de milagros, ahí está el de Jesús Navas como ejemplo para mantener la fe.

Jesús Navas pide que se acerquen sus compañeros tras el Sevilla-Celta.
Jesús Navas pide que se acerquen sus compañeros tras el Sevilla-Celta. / Antonio Pizarro

Tiene un doble aliciente este Sevilla de García Pimienta en la siempre incómoda visita al Real Madrid. El primero ha quedado descrito y sería la continuidad del sentidísimo homenaje que equipo y afición le brindaron al futbolista el sábado pasado. Y el segundo es intentar aprobar una asignatura que se le resiste a este equipo de forma cíclica, la de vencer en un estadio en el que casi siempre pierde. Sólo en el Camp Nou tiene unas estadísticas peores el equipo blanquirrojo en este siglo en el que tanto éxito se acumuló en Nervión.

En el Bernabéu el Sevilla apenas ha ganado ocho veces en la historia de la Liga, ocho veces de 80 visitas. Ese porcentaje paupérrimo no se ha visto mejorado en este siglo XXI que tanta plata ha dejado en las vitrinas de Nervión. Aunque sí hay una importantísima muesca en el cinto de los sevillistas: la Supercopa de España que ganó el equipo de Juande Ramos el 19 de agosto de 2007. Fue una semana antes de que Antonio Puerta se desvaneciera en el Sevilla-Getafe.

Aquel día estuvo presente Jesús Navas, como titular además, al igual que lo estuvo en las otras dos victorias que se han producido desde que el siglo XX dio paso al XXI. Ambas fueron con entrenadores de la casa y en ambas jugó Navas. La primera fue el 22 de diciembre de 2004, aquel 0-1 con gol de Julio Baptista. El palaciego salió en el minuto 63 por Carlitos. Y la segunda fue el 7 de diciembre de 2008 (3-4, goles de Adriano, Romaric, Kanoué y Renato), con Jesús Navas ya como titular.

Este domingo vuelve a jugarse el mismo partido en un día tan señalado como el de la Lotería de Navidad, coincidiendo la fecha con la de aquel triunfo en 2004... Veinte años después quizá sea el momento de repetir la hazaña, por mucho que el Real Madrid llegue henchido tras ganar la Intercontinental. Hay que buscar otro milagro, un premio gordo para Jesús Navas tras sus últimas fintas.

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