La pizarra de Muriel y Guido

Sevilla sevilla/El Sevilla ha apostado fuerte para reforzar el ataque con Luis Muriel, el fichaje más caro de su historia, abonando a la Sampdoria 20 millones de euros, más una serie de variables, y un 20% de la plusvalía de una futura venta. El rendimiento del delantero colombiano dirá si la cifra es la adecuada o no -en el mercado es lo que vale este gran goleador-, pero el atacante de 26 años nacido en Santo Tomás lleva una trayectoria ascendente, y de seguir debería explotar en el conjunto de Nervión, pues atesora unas cualidades muy buenas. Además, con el paso de las temporadas también ha ido madurando como persona dentro de un fútbol tan exigente a nivel profesional como es el italiano.

Muriel (1,79 de altura) comenzó a jugar en la cantera del Junior de Barranquilla, pasando después a la del Deportivo Cali, en cuyo primer equipo debutó en 2010. Fue entonces cuando el Udinese, ese mismo año, decidió pagar algo menos de dos millones de euros para hacerse con una de las perlas del fútbol colombiano, siguiendo con su política habitual de jóvenes jugadores de ligas extranjeras a los que después le saca rendimiento deportivo y, sobre todo, económico. No obstante, pese a su fichaje por el cuadro italiano, no llegó a vestir de blanquinegro, pues fue cedido al Granada y, de nuevo, la campaña siguiente, al Lecce, donde ya empezó a demostrar su poderío de cara a gol. Ya en la temporada 12-13 sí jugó en el equipo de Udine, recibiendo el premio de jugador revelación de la Serie A junto con El Shaarawy. Es entonces cuando la Sampdoria decide apostar fuerte por el cafetero, haciendo una buena temporada, con 11 goles y 9 asistencias en 31 encuentros de la Serie A, y siendo clave, por ejemplo, en los dos triunfos de la Samp en el derbi ante el Genoa (0-1, gol de Muriel y 2-1, con un tanto del nuevo punta del Sevilla).

Buenos guarismos del ex 24 de la Sampdoria (15 veces internacional y un gol con la selección absoluta de Colombia) en la última temporada en el Calcio, donde una vez más demostró sus cualidades: potencia, movilidad -suele caer bien a las bandas-, buen uno contra uno, sobre todo en velocidad, dinámico y con un golpeo seco al balón que es innato. Además, puede jugar como único punta, pero se siente más cómodo siempre con un referente arriba y él con libertad de movimientos -en la Sampdoria jugaba con Quagliarella o Patrik Schick, el reciente fichaje de la Juventus (1,87 metros de altura).

Junto a Muriel llegó ayer a Sevilla Guido Pizarro, pivote de casi 1,90 de altura que ha conseguido a sus 27 años dar el salto al fútbol europeo gracias a haber alcanzado su madurez futbolística en Tigres, uno de los clubes más importantes del fútbol azteca, donde es un ídolo. Allí ha conseguido una Copa de México, el Apertura 2015 y el Apertura 2016, además del trofeo Campeón de Campeones 2016 (enfrenta al campeón del Apertura y del Clausura), teniendo la oportunidad de debutar con la selección de Argentina el pasado 28 de marzo en un choque ante Bolivia. Eso supuso un sueño para el jugador nacido en Buenos Aires y criado futbolísticamente en Lanús, que debe aportar al Sevilla una importante capacidad de trabajo y sacrificio, a nivel defensivo, en el centro del campo, además de carácter y liderazgo, algo que desde un primer momento le permitió empatizar con la afición de Tigres.

No obstante, Guido Pizarro no está exento de un buen toque de la pelota, pues suele poner pausa en el juego, intercambiando esa tranquilidad con cambios de ritmo importantes hacia el ataque por su dinamismo. En líneas generales, un futbolista muy interesante que por detrás de Banega podría ofrecer un rendimiento alto en un Sevilla que está apostando fuerte.