La magna
Los peores números del Sevilla en la Liga en el siglo XXI
Sevilla FC
La séptima Europa League no puede tapar los pésimos dígitos en el campeonato de Primera División: sólo 49 puntos y hasta siete derrotas en casa
Dmitrovic aclara en un comunicado su presunta discusión con Mourinho
La renovación de Mendilibar en el Sevilla y las dudas de una historia de amor inesperada
Todo es relativo. La sensación de euforia desmedida por el éxito de la consecución de la séptima UEFA Europa League deja a un margen el rotundo fracaso en la Liga de un equipo que partió con el cuarto presupuesto y como favorito a repetir por cuarto año consecutivo en la Champions. Estaba obligado a ello por el ajustado balance de resultados que había presupuestado el consejo de administración. Y finalmente fue la consecución del título europeo lo que ha salvado la temporada en todos los planos: el social, el económico y el deportivo. Hay Champions, con sus pingües ingresos, y hay felicidad absoluta del sevillismo, que al cabo debe ser el fin último de un club de fútbol.
Pero esto no debe esconder la realidad de los pésimos números en la Liga ni debe echar debajo de la alfombra la tremenda angustia que vivieron todos los sevillistas durante mucho tiempo, “muchos, muchos meses de sufrimiento”, como dijo autocrítico Dmitrovic tras el último partido en San Sebastián. Los primeros que sufrieron esa angustia fueron los directivos. “Todos estábamos asustados porque estábamos coqueteando con la Segunda División”, reconoció el presidente en la recepción de Juanma Moreno en el Salón de los Espejos del Palacio de San Telmo.
Los números no engañan: con 49 puntos, el Sevilla de la temporada 2022-23 ha sido el que menos puntos ha sacado en todo el siglo XXI. Hay que irse a los dos descensos de final del siglo XX, los de 96-97 y 99-00, para encontrar peores puntuaciones. El puesto duodécimo en la Liga también es el peor en lo que va de centuria, ya metida casi en el cuarto de siglo, ojo. Y las siete derrotas en casa –dos con Mendilibar y ya inocuas– son un indicativo nefasto, aunque aquí sí hay un precedente reciente: las nueve de la temporada 17-18, aunque entonces quedó séptimo y se metió en Europa gracias al arreón final con Joaquín Caparrós.
Los datos hablan por sí mismos. Y son un clarísimo aviso de lo que no se debe repetir. El comité de dirección reaccionó en invierno con el cambio de cromos: fuera Isco, Januzaj y Dolberg y dentro Badé, Ocampos y Bryan. También rectificó con el giro de Sampaoli a Mendilibar, aprovechando el parón de marzo. Todo viró ahí. Pero hasta el regreso de Ocampos y su protagonismo en el Sevilla del vizcaíno es un indicativo de lo mal que se hicieron las cosas. Y Mendilibar ya dijo que “para estar ahí el club debe hacer las cosas muy bien”.
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