La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Sevilla FC
Primer partido de Liga y nueva bomba en el panorama arbitral. En la primera oportunidad en la que se pudo llevar a la práctica la nueva teoría del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Del Cerro Grande traicionó el nuevo criterio que solicita acabar con las jugadas grises y los penaltitos. Apenas tres días después del exhorto público para ello de su presidente, el sevillano Luis Medina Cantalejo, el colegiado madrileño pitó penalti en una acción más que dudosa.
Según publica Mundo Deportivo, el CTA no comprende tampoco cómo Del Cerro Grande vio penalti en la brazada del Papu sobre el pecho de Moncayola, ni tampoco cómo el VAR, en el que estaba el riojano Soto Grado, no advirtió de su error a su colega.
En el Sevilla la indignación cobró forma en las declaraciones de Julen Lopetegui. "No adivino a entender qué ha pitado", dijo el entrenador. "Nos han dicho una cosa y hacen la contraria, la primera en la frente", exclamó, pese a reconocer que debe "aceptar con desagrado" la decisión. Y también explotó José Castro. "No podemos ser los perjudicados eternamente", dijo el presidente, que pidió los micrófonos de los medios del Sevilla para exponer su protesta. "En el primer partido ya debemos quejarnos de nuevo, es lamentable", añadió.
El martes, Medina Cantalejo explicó públicamente el giro hacia la naturalidad en la señalación de penaltis, que deben responder a su sanción como pena máxima para acciones claras y contundentes. "Hay que seguir insistiendo en el tema de los toques leves, esto que hemos llegado a denominar penaltitos. En el fútbol tiene que haber contacto y el hecho de que haya un pequeño toque de hombro a hombro o con la pierna, no es suficiente para decretar una pena máxima que puede decidir un partido", dijo el presidente de los árbitros. Y eso fue lo que ocurrió.
Además, en la circular explicativa para este giro del CTA se explicita que el VAR no puede entrar para sancionar como penalti una acción así, como venía ocurriendo, en caso de que el árbitro no percibiera esos toques leves. En cambio, y al contrario, el VAR sí debe entrar para corregir el error del árbitro si este decreta penalti por un toque leve, por una acción gris.
Según un extracto de esa circular, que recoge en su información Mundo Deportivo, "el VAR nunca puede recomendar una revisión en jugadas grises o discutibles. La teoría que dice que si un jugador ha tocado a un contrario el VAR no puede intervenir para cancelar un penalti es completamente falsa, y, si el VAR considera que a pesar de ese contacto la decisión es claramente incorrecta, se recomendará el cambio de decisión al árbitro principal".
Y precisamente en la primera jornada, en el minuto 74 del Osasuna-Sevilla, el partido se decidió por esa acción en la que el Papu, en forcejo con Moncayola, y saliendo ambos del área tras el rechace de un córner, el sevillista pone la mano en el pecho al rojillo y éste se deja caer y se echa la mano a la mejilla derecha, cuando el golpe se produce en todo caso en el pecho, el cuello o el hombro por la parte izquierda. Es decir, que se premió una vez más el engaño, algo con lo que también quiere acabar Luis Medina Cantalejo.
El debate ha estallado a nivel nacional. Ex árbitros, comentaristas de fuera de Sevilla, periodistas deportivos de fuera de Sevilla, unos más afines al club de Nervión y otros mucho menos, además de aficionados, expresaron su indignación por esta primera e inmediata traición al nuevo criterio de los penaltitos.
Un enemigo público del sevillismo como Iturralde González se posicionó también contra ese penalti. "Él quiere despejar, le pone el brazo, es una acción de fútbol... pero es que el fútbol es contacto. Le pone el brazo en el pecho. Y fíjate en una cosa, que no hay causa efecto. Moncayola ve que no llega al balón y se tira. Lo más grave es que el año pasado, con las directrices de Velasco Carballo si había un penaltito y el VAR veía contacto, pero no era lo suficiente para sancionar, no podía llamar al árbitro. Pero este año hace cuatro días Medina dijo que, habiendo un contacto, o aunque haya contacto, el VAR lo puede llamar para decirle que ese contacto no es suficiente", dijo el ex árbitro en El Larguero.
Porque, más allá del ineficaz juego del Sevilla o su falta de profundidad y de ocasiones, lo que molesta, enfada e irrita es que llueva sobre mojado, justo cuando parecía que iba a amainar la tormenta de las futilidades en las acciones en las áreas sancionadas como penas máximas.
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