El peligroso corte de 2024

Tal día como hoy, pero dentro de un año, finalizan los contratos de hasta seis futbolistas de la plantilla que ha acabado la temporada a las órdenes de José Luis Mendilibar. De ellos, cinco han sido titulares más o menos fijos o han tenido –y es de prever que sigan teniéndolo– protagonismo en las alineaciones del técnico vasco.

Quiere decir esto que Víctor Orta debe ponerse las pilas desde ya en cuanto a la decisión que deba tomar con estos jugadores que entran en el último año de contrato. Sólo uno de ellos, Papu Gómez, parece que no va a seguir, aunque para ello el Sevilla espera que fructifique el interés, por ejemplo, del club saudí que lo quiere en sus filas para así facilitar su marcha con un acuerdo de rescisión y ahorrarse su alta ficha, una de las más costosas de la plantilla.

Los otros son jugadores que se espera que sigan teniendo su sitio en el Sevilla. O deberán decidirlo entre Orta y Mendilibar. Pero nadie duda que Jesús Navas se ha ganado un último contrato. Quizá es con el que menos problema haya. Puede perfectamente el Sevilla apurar y dejarlo competir esta temporada sin renovar y que el mismo capitán decida el próximo verano. Pero... ¿qué hacer con otros jugadores que han rebasado la frontera de los 35 años, que cuando acaben contrato tendrán 36, y que siguen siendo importantes como Fernando y Rakitic?

Completan esta lista dos jugadores sobre los que también tiene que decidir el nuevo director deportivo, Óliver Torres y Erik Lamela. Ambos cumplen también en 2024 y el Sevilla debe actuar ya, tanto si espera ingresar algún dinero por un traspaso –para lo que sería en el presente mercado– como si decide una ampliación de contrato.

Oficialmente, en este saco habría que meter a Ocampos, puesto que el acuerdo de renovación que el Sevilla alcanzó con el argentino para prolongar su vinculación un año más, hasta 2025, no se ha anunciado de forma pública. Ya habrá que ver qué ocurre con esa franja, pues otra remesa de jugadores importantes acaba contrato dentro de dos años: Bono, Dmitrovic, Rekik, Acuña, Suso, En-Nesyri o Tecatito Corona.

El tema de los años de finalización de los contratos vigentes es un asunto de suma importancia para la labor de un director deportivo, tanto o más que la elección e incorporación de refuerzos o la colocación de los descartes en el mercado.

En este tema el Sevilla también tiene una patata caliente importante y Orta debe tomar decisiones de cierto calado con los jugadores que han de volver tras sus cesiones, la mayoría de ellos con dos años de contrato. Óscar Rodríguez, Delaney, Idrissi y Augustinsson tienen contrato hasta 2025, con lo cual hay que buscarle una nueva cesión o aceptar la oferta que llegue si Mendilibar no cuenta con ellos. Januzaj firmó hasta 2026. Parece que el único que tiene ciertas posibilidades de quedarse (al menos de hacer la pretemporada) es el neerlandés de origen marroquí, que ha hecho una buena temporada en el Feyenoord y que se desenvuelve por una zona en la que el Sevilla ha perdido a Bryan Gil, aunque también está abocado a fichar, ya que el de Zaldívar quiere reforzar el extremo zurdo.

Especialmente espinoso es el asunto de Rony Lopes, al que le queda un año de contrato, es decir, está en la fatídica barrera de 2024 como fin de contrato. Hay justo 365 días por delante, los mismos que en el caso de los canteranos tienen por delante Kike Salas e Iván Romero. José Ángel Carmona, Juanlu y Alfonso Pastor, sin embargo, renovaron.