Cuando el orden de los factores altera el producto
Liga europa - sevilla-shakhtar - El apunte
El experimento fallido en Gijón de juntar a Coke y a Mariano en la banda derecha vira a éxito colocando al capitán de extremo y a su 'socio' de lateral. La dupla Tyson-Ismaily estuvo bien tapada y el brasileño hizo el gol de la sentencia.
Hace apenas dos semanas, Unai Emery probó en Gijón una banda con doble lateral, Coke y Mariano, que fue la clave del fracaso (el enésimo fuera de casa) en El Molinón. En aquel partido, las pocas ocasiones que los asturianos acabaron rentabilizando para llevarse los tres puntos vinieron por el flanco derecho de ambos laterales, muy descoordinados sobre todo a la hora de defender. Coke ejerció de lateral y Mariano de extremo. Ante el Shakhtar, el técnico vasco ha apostado por la misma suma pero invirtiendo el orden de los factores, y vaya si ha alterado el producto.
En Lviv, uno de los constantes peligros de los ucranianos, aparte de las contras endemoniadas, fueron las subidas de los laterales Ismaily y el veterano Srna, con la insuficiente ayuda de Vitolo y especialmente de Konoplyanka. Extremado hoy el cuidado para evitar los contragolpes a base de no arriesgar en los pases y de faltas para cortarlos (sólo falló el plan en el gol de Eduardo, en el que Krychowiak no se arriesgó a ver la amarilla), las bandas eran el otro peligro a ahogar. El jugador menos defensivo de los extremos que le quedan sanos al Sevilla es Konoplyanka, que fue el sacrificado. Con Tremoulinas recuperado, Escudero era una opción para utilizar como doble defensa en la banda zurda y colocar a Vitolo por la derecha. Emery optó por cubrir la banda de Ismaily con un plan que ya ensayó ante el Betis en la segunda mitad. Mariano atrás y Coke por delante, con gol incluido del capitán desde fuera del área para sentenciar el derbi. Casualidad o no, hoy se ha repetido la historia pero con Mariano como protagonista. En el otro flanco, Vitolo se ha bastado para tapar las subidas de Srna y Tremoulinas no ha padecido demasiado con el principal peligro visitante, Marlos.
Así las cosas, las bandas apenas han sido foco de peligro para el Sevilla. Sólo en la primera mitad, cuando los de Emery dieron un paso atrás para buscar otra contra con el 1-0, sufrieron algo más Coke, y, sobre todo, Mariano, con la dupla Ismaily-Tyson. En el segundo acto, con el Sevilla firme, no sólo no pasaron apuros sino que Mariano era prácticamente otro extremo con Coke desplazado más al centro por detrás. Centros y pases interiores con más protagonismo que Vitolo en la izquierda. Así, en la enésima subida, el brasileño buscó el interior en lugar de la banda (lo que mejor se le da en ataque) y lanzó un derechazo con el exterior que se alojó en al portería de Pyatov con un efecto parecido al tanto de Puerta ante el Schalke que valió la primera final para el Sevilla. Éste, aunque no de volea y con la otra pierna, ha servido para sentenciar la quinta final, tercera consecutiva. Un logro inimaginable por aquel entonces. Algo menos imprevisible, tampoco mucho, era que la asociación de ambos laterales en la misma banda, visto el precedente, diera tan buen resultado como el que ha ofrecido ante el Shakhtar. Otra alternativa que es oxígeno puro en un momento crucial de la temporada, con dos finales por delante, y muestra del oro que Emery saca de lo que tiene.
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