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Sevilla-Borussia Dortmund | El otro partido
Julen Lopetegui ya es historia como entrenador del Sevilla Fútbol Club. E historia de la buena. Por eso el sevillismo, pese al escozor de la goleada recién consumada del Borussia Dortmund (1-4), pese a otro correctivo en casa, el tercero después del que le infligió el Barcelona (0-3) en la Liga y el Manchester City (0-4) en la Champions, antepuso el valor de la historia a la descomposición del presente. Y minutos antes de que el club hiciera oficial una noticia ya conocida antes del encuentro, la destitución del vasco, la afición agradeció desde la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán con cánticos el trabajo del preparador en las tres temporadas precedentes.
Acabó el partido y Julen Lopetegui buscó la bocana de vestuarios cabizbajo y con los ojos vidriosos. Incluso rompió a llorar mientras se perdía por el túnel. Pero al instante volvió a aparecer acompañado por el director deportivo, Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. El hombre que confió en él cuando abrió su segunda etapa al frente de la secretaría técnica; también el hombre que arriesgó al mantenerlo después de la caída del equipo desde enero pasado; y el mismo hombre que, tras una planificación deportiva que no ha tapado los agujeros abiertos, ha consensuado con el resto del comité de dirección del club que por fin era el momento de cambiar de entrenador.
Lopetegui se dirigió al graderío. Le devolvió los aplausos. Monchi lo acompañaba y consolaba con gesto de tensa emoción. Y de estar pasando un muy mal trago. Porque también el director deportivo, lo más parecido a una deidad para el sevillismo por haber cambiado el sino del club en este siglo XXI, es hoy señalado por la afición tras su incomprensible e ilógica planificación deportiva.
El sevillismo saluda la destitución de Lopetegui porque es el primer consciente de que el ciclo ha acabado. Y gritó "¡Julen, Julen, Julen Lopetegui!" varias veces durante el partido y a su término. Pero al mismo tiempo, abroncó al consejo por haber prolongado un proyecto agotado ya en mayo pasado, lo primero, y haber pergeñado una desastrosa planificación estival que ahora va a tratar de remendar con Jorge Sampaoli.
"¡Directiva, dimisión!", resonó a menudo por los cuatro rincones del Ramón Sánchez-Pizjuán mientras los alemanes se enseñoreaban de un coliseo que se ha ganado el respeto del fútbol europeo en estas dos últimas décadas. "¡El año que viene, súbeme el carnet!", resonó también. Pero ojo, que también José María del Nido Benavente tuvo su ración: "¡Del Nido, c..., fuera de Nervión!".
Acaba un ciclo histórico del Sevilla de la mano de Julen Lopetegui, que clasificó al Sevilla para la Liga de Campeones durante las tres temporadas completas que lo ha dirigido, 2019-20, 2020-21 y 2021-22. Las tres veces quedó cuarto en la Liga y la primera campaña, en plena pandemia, acabó con la brillantísima conquistó en Colonia ante el Inter de Milán la sexta Liga Europa de la entidad.
El preparador de 56 años y natural de Asteasu, Guipúzcoa, ha dirigido 170 partidos oficiales con el Sevilla y su balance es muy positivo: 89 victorias, 45 empates y sólo 36 derrotas.
El club de Nervión tiene ya ultimado un acuerdo con Jorge Sampaoli para que releve al vasco. El entrenador argentino acomete su segunda etapa como técnico del Sevilla, al que ya dirigió en la temporada 2016-17 y lo clasificó para la Liga de Campeones con su cuarta plaza en la Liga. Nico Pareja, ex capitán del Sevilla, llegará con él para ayudarle en las labores técnicas.
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