Océanos de tiempo en la Cabalgata de los bisnietos

calle rioja

En la muralla de la Macarena se dan cita la Sevilla de intramuros y de extramuros

10303373 2025-01-06
Océanos de tiempo en la Cabalgata de los bisnietos

Dice Fernando de la Portilla, el médico y académico de Medicina que le echó una mano al rey Melchor en la Cabalgata del pasado sábado, que sólo le falta dar el pregón de Semana Santa. Ser rey mago es la mejor manera de pregonar Sevilla desde el más privilegiado de los atriles. Estos magos que engañaron a Herodes y coincidieron con los pastores (“cuídate ser Mago / si no eres Pastor”, dice Eugenio D’Ors en un poema que cita Enrique García Máiquez en un escrito sobre los Reyes del Magnificat de enero) ya están unidos para siempre. Gaspar y Baltasar llevaban al mejor médico de cabecera, esas iniciales de los Reyes de Oriente (M. G. B) que aparecían cada año en la novela El último encuentro de Sandor Marai, que por cierto me recomendó Pepe Chamizo. Jesús María González (Gaspar) es un empresario del sector del transporte y la logística. ¿Se pueden resumir mejor los quehaceres de los Reyes Magos? Transporte y Logística. Una niña le preguntaba a su madre que qué harían los Reyes en ese día sabático de domingo que les había regalado el Ateneo para sortear al Herodes de los anticiclones, y le respondió que iban a aprovechar para hacer turismo en Sevilla porque no conocían el Alcázar ni la Catedral. Y alguien les había contado que su llegada al portal de Belén está representada en la Puerta de los Palos. Y Baltasar (Fede Quintero), pasando en su carroza junto a la calle Florencio Quintero, su abuelo, uno de los fundadores de Noches del Baratillo, una de las principales canteras de la poesía sevillana y el desahogo de los vates nocturnos.

En la muralla de la Macarena se dan cita la Sevilla de intramuros y de extramuros

Han recorrido océanos de tiempo para llegar a Sevilla, por usar esa hermosa expresión del Drácula de Coppola. Pensemos en la Cabalgata de hace justamente cien años. Noche mágica del 5 de enero de 1925. Segundo año de la dictadura de Primo de Rivera. En Sevilla faltan dos años para la generación del 27 y cuatro para la Exposición de 1929. Y el Ateneo, que lleva desde 1918 con la llama de la ilusión que prendió José María Izquierdo, ha elegido para encarnar a los Reyes de Oriente a tres personas que un siglo después sigue dejando su impronta en la ciudad. A Melchor lo encarnó Luis Moliní Ávila; a Gaspar, Daniel Bilbao Martínez; a Baltasar, Alfonso Grosso Sánchez.

Los Moliní procedían de Requena. Mi amigo y compañero Luis Sánchez-Moliní es tataranieto del Luis Moliní que modernizó la ciudad para la Exposición del 29 y bisnieto del que salió en la Cabalgata de hace cien años. Como narra Ignacio Camacho en El Pretérito Imperfecto (con los dibujos imprescindibles de Ricardo Suárez), Delgado Brackenbury, ingeniero jefe del Puerto de Sevilla, completa en 1927 el proyecto de Luis Moliní del primer desvío, el de la Corta de Tablada, y la creación del Canal de Alfonso XIII, completado con la esclusa de Punta del Verde en 1951. Había que frenar las acometidas de un río que había protagonizado 56 grandes riadas entre principios del siglo XV y finales del XVIII. Entre el Descubrimiento de América y la Revolución Francesa.

Daniel Bilbao Martínez, que encarnó al rey Gaspar, era hermano del pintor Gonzalo Bilbao (1860-1938) y del escultor Joaquín Bilbao (1864-1934). Hijos los tres de Leopoldo Bilbao, que entre 1906 y 1909 presidió el Círculo de Labradores. Gonzalo nace en la misma calle San Pedro Mártir donde vinieron al mundo Manuel Machado, Alejandro Sawa y Rafael de León; Joaquín es el autor de la estatua ecuestre de San Fernando en la Plaza Nueva. Daniel Bilbao era el bisabuelo de Daniel Bilbao Peña, espléndido pintor, comisario de algunas de las exposiciones más importantes que ha habido en la ciudad los últimos años. “También pintaba, pero se dedicó más al cuidado de sus tierras en Huévar”, dice su bisnieto. Es curioso. Ahora reina en España Felipe VI, el bisnieto de Alfonso XIII, el mismo parentesco que tienen con sus bisabuelos y reyes magos de 1925 el periodista Luis Sánchez-Moliní y el pintor y profesor Daniel Bilbao.

Si los hermanos mayores de Bilbao eran por nacimiento de la generación del 98, el tercer monarca de aquella Cabalgata de 1925, Alfonso Grosso (1893-1983) pertenecía más bien a la generación del 27. Entre 1942 y 1969 dirigió el Museo de Bellas Artes. Fue rey mago cuatro años antes de la Exposición Iberoamericana de 1929 cuya inauguración inmortalizó en un cuadro que preside el Salón del Almirante del Alcázar. Se llamaba igual que su sobrino Alfonso Grosso, una de las cumbres de la literatura española con obras como Florido Mayo o La zanja.

El Arco de la Macarena junto al que pasan los Reyes de 2025 ya estaba cuando lo hicieron los de 1925. Dice Juan Miguel Vega (él no ha sido rey mago, ha sido pregonero y ha prologado un libro magnífico del rey Melchor) en su libro sobre las puertas de Sevilla que a su lado está “el más extenso y mejor conservado lienzo de muralla de cuantos quedan en pie”. Quinientos metros de muro, barbacana y adarve “que están jalonados por ocho torreones, de los que el más destacado es la conocida como Torre Blanca o Torre de la Tía Tomasa”, vigía a cuya altura llegaban los Reyes de Oriente desde sus modernas cabalgaduras. Las dos Sevillas se daban allí cita, la de intramuros y la de Extramuros, nombre que también recibió el Hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas o de Catalina de Ribera, hoy sede del Parlamento de Andalucía. Intramuros se corresponde con la antigua collación de San Gil, advocación que vino a Sevilla con don Remondo, primer obispo de la diócesis y uno de los cuatro que escoltan a pie la estatua ecuestre de Fernando III esculpida por Joaquín Bilbao.

La calle se volcó con los Reyes: la Ronda, Resolana, Feria, la Alameda, Trajano, Asunción. Muchos iban pendientes del horario y del callejero. Es una suerte estar viendo el paso de las 33 carrozas junto a una de las personas que mejor conocen el callejero de Sevilla (y sus vicisitudes). Joaquín Cortés, cartógrafo, está con sus hijos, nietos y sobrinos viendo la Cabalgata junto al hotel Macarena. A partir de un modelo del callejero de París, fue quien coordinó uno de los mejores trabajos que se han hecho para conocer los pormenores históricos de la ciudad, el Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla, dos tomos y un apéndice. Este profesional con nombre de bailarín llevó las riendas de un equipo multidisciplinar en el que estaban el historiador Antonio Collantes de Terán, la geógrafa Josefina Cruz Villalón, el antropólogo Salvador Rodríguez Becerra o el catedrático de Literatura Rogelio Reyes, con aportaciones tan cualificadas como las de Florencio Zoido o Víctor Pérez Escolano. Un proyecto que ampararon la Junta y el Ayuntamiento de Manuel del Valle, con el impulso fundamental del concejal Manuel Fernández Floranes.

“Oro, incienso y mirra / rebujito, solecito y azahar”, se leía en una pancarta en un balcón de la Resolana, bajo la Torre de los Perdigones. Había quien no les pedía nada “porque siendo de Sevilla lo tengo todo”. El “patriotismo local” del que hablaba Josep Pla. Feria es una Feria. Algarabía junto a la puerta del MAS, muy cerca de la casa con la placa que recuerda que allí nació Jesús de la Rosa, alma del grupo Triana.

El cómic siempre triunfa en la Cabalgata. Tributo a Escobar con Zipi y Zape. A Ibáñez con Mortadelo y Filemón. Y a Vázquez. No están las hermanas Gilda, pero sí los reyes visigodos que inspiraron su nombre: el cortejo pasa por Recaredo y junto a la iglesia donde se supone que Leovigildo ordenó matar a su hijo Hermenegildo, leyenda que según Juan Miguel Vega permitió salvar la puerta de Carmona. “El Guadalquivir es el manto de Penélope”, escribe Camacho. El río tenía dos cauces. “Así fue hasta que Leovigildo lo mandó cegar para impedir que su hijo Hermenegildo, a quien mantenía sitiado por una rebelión de origen religioso, pudiera recibir tropas bizantinas de socorro”. Los visigodos, ese imperio que tuvo su capital en Toledo, como recordó Emiliano García-Page en su inocentada del 28 de diciembre.

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