La 'normalidad' del Sevilla paralela al caso judicial de Kike Salas
El vestuario acoge al central investigado por presunto fraude de apuestas con naturalidad en su vuelta a los entrenamientos mientras prosigue un proceso judicial que puede cortar su carrera
Del Nido solicita una nueva Junta Extraordinaria cumpliendo su promesa
El Sevilla de Xavi García Pimienta trata de vivir, de sobrevivir más bien, en una inviable normalidad. Lo normal es anormal en el Sevilla de la actualidad. No hay semana sin sobresalto. No hay mes casi sin belicosidad accionarial o sin la convocatoria de una Junta Extraordinaria. No hay entrenamiento casi sin que algún futbolista esté en el punto de mira y no ya por los rumores del mercado. Enfriado en Valencia lo de Rafa Mir y sobreseído en Argentina lo de Montiel, ahora todo el aparato de analistas y tertulianos ha puesto su diana en Kike Salas. Con razón.
Ayer se incorporó el central canterano a los entrenamientos con una pátina de naturalidad que no es tal. Las procesiones van por dentro. La víspera fue detenido por una dotación de la Policía Nacional que lo trasladó desde la ciudad deportiva hasta Morón de la Frontera para que declarase en la comisaría de su pueblo junto a los otros dos investigados por un presunto fraude a una casa de apuestas. El caso lo lleva el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Morón.
Por ahora, sólo investigado
Por ahora, los tres, Kike Salas, un amigo y otro conocido del pueblo, sólo tienen la condición judicial de investigados y, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ni siquiera han sido llamados aún a declarar por la jueza que lleva este caso, a la espera del resultado de las pesquisas policiales que se están realizando. Tampoco fueron puestos a disposición judicial: simplemente fueron detenidos, declararon y fueron puestos en libertad. El procedimiento se incoó el 12 de diciembre, tras recibir el Juzgado unas diligencias preprocesales de la Fiscalía.
Curiosamente Kike Salas renovó con el Sevilla, que estaba absolutamente in albis en este asunto, justo dos semanas después de la incoación del procedimiento, el jueves 26 de diciembre. Lo hizo hasta 2029, en una prueba de la confianza total que tiene (tenía) el club en el internacional sub 21. Ahora las cosas han cambiado, aunque desde dentro del primer equipo y del entorno de la cúpula directiva se trata de trasladar una imagen de fe en la no culpabilidad del futbolista en este feo asunto. Prima la presunción de inocencia.
Otra cosa es que la jueza requiera que sean puestos los investigados a su disposición o los llame a declarar. Ahí comenzará a coger aún más cuerpo mediático un asunto de muy incierto horizonte.
Kike Salas se está jugando su carrera profesional, aunque hay precedentes de futbolistas implicados en fraudes similares que salieron inmunes tras ser vinculados a este tipo de apuestas, más comunes de lo que debería ser normal porque las propias casas incentivan esos extraños envites por acciones muy puntuales del juego (tarjetas amarillas o rojas, faltas, córneres...). Ahora está todo en manos del curso judicial del proceso abierto.
Entretanto, el Sevilla debe seguir apoyando a su futbolista, por mucho que la retahíla de amonestaciones al final de la temporada pasada invite a que cunda la sospecha sobre su honorabilidad en el juego. Estuviera o no estuviera salvado ya matemáticamente el equipo de Quique Sánchez Flores...
El recibimiento de García Pîmienta
García Pimienta lo recibió como si nada hubiese pasado en el entrenamiento de ayer miércoles, tras todo lo acaecido en la jornada del martes. Y sus compañeros, tanto de lo mismo. El central, que venía siendo titular como lateral izquierdo por la lesión de Pedrosa, se ejercitó a pleno rendimiento en una sesión de presunta normalidad, incluso con bromas.
Es más, tras el regreso como suplente ante el Valencia del lateral catalán lo lógico es que éste recupere la titularidad y Kike Salas pase al banquillo. Quedará así alejado del foco televisivo a gran escala. Pero el ruido en torno al Sevilla y la presunta estafa por apuestas fraudulentas de uno de sus jugadores es tremendo y se une a otros zumbidos que vienen acompañando al club y al equipo de forma insistente.
Con el mercado abierto y muchas incógnitas por resolver, Víctor Orta se libró el martes tras la presentación de Rubén Vargas de tener que responder a preguntas sobre Kike Salas. La noticia de su detención y traslado a Morón para declarar trascendió justo después. El Sevilla visita al Girona en un pico bajísimo de su entrenador. El año no pudo empezar peor. Y ahora las apuestas...
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