Nigeriano por nigeriano

El Sevilla está tratando de cerrar el fichaje del delantero Akor Adams, un giro en la planificación que intenta llevar a cabo Víctor Orta en el mercado de invierno que está próximo a cerrar y en el que una de las prioridades es acertar con un goleador, la gran asignatura pendiente del ejecutivo madrileño desde su llegada a la dirección deportiva en la que ha firmado fracasos de la magnitud de jugadores como Mariano Díaz, Alejo Véliz y Kelechi Iheanacho. A este último la afición sueña que el club se lo pueda quitar de en medio ante el fracaso absoluto de su relación rendimiento-inversión, independientemente de su actitud y su compromiso, intachables según García Pimienta.

Este jueves el periodista especializado en el mercado de fichajes Fabrizio Romano avisaba del acuerdo entre el Sevilla y el Montpellier por el delantero africano, de 1,90 de altura y 24 años de edad. Mientras todas las miradas estaban centradas en la negociación con el Bragantino por el brasileño Alerrandro, la apuesta de los nervionenses se acerca a un futbolista que, ante la situación del Sevilla, no puede adecuarse a la de un perfil alto en el mercado de los delanteros.

Según hablan en Italia y en Francia, el Sevilla pagará 5,5 millones de euros por Adams, sin duda apremiado por cómo se le han adelantado en el asunto Juninho Vieira, quien ya lo tenía todo hecho con los nervionenses cuando el Flamengo se anticipó y cerró un acuerdo de traspaso con el Qarabag y con el jugador.

Si el Sevilla logra cerrar el fichaje de Adams antes del 4 de febrero se convertirá en el segundo refuerzo de invierno en el mercado de enero después de la llegada del extremo suizo Rubén Vargas. El Sevilla ha hecho circular a sus foros afines que por el nigeriano le pedían este pasado invierno 12 millones de euros y en la ventana de verano, 9 millones.

Internacional con Nigeria sólo a nivel de categorías inferiores (sub 20), Adams llegó al Montpellier tras mostrarse en Noruega, en el Lillestrom,en el que marcó 28 goles en 50 partidos en dos años. Esta campaña ha anotado 3 goles y ha dado 3 asistencias en 15 partidos en el Montpellier, que pagó por él 4,5 millones en 2023, tras dispararse con 15 tantos en 15 partidos, seguramente lo que hizo que saltara la maquinita de Orta.

El Sevilla necesita activar el ataque ante la decepción de la apuesta por Iheanacho para sustituir a En-Nesyri. Isaac Romero es ahora mismo la única opción para García Pimienta y al lebrijano le ha costado arrancar. Ha anotado, eso sí, tres goles en el último tramo de la temporada pero era más que evidente que la plantilla necesitaba una activación importante en ese sentido, sobre todo ante el riesgo que siempre supone en el mercado tener a un jugador como Lukébakio, aunque el belga ha asegurado que su decisión es quedarse en el Sánchez-Pizjuán hasta que acabe la presente temporada.

El Sevilla está pendiente de que Iheanacho libere una ficha para la llegada de Adams, que sería el tercer nigeriano en la plantilla del cuadro andaluz en pocos meses. El jugador del Montpellier, con contrato hasta 2027, firmaría en Nervión dos años más, hasta 2029. De hecho, comparte representante con Chidera Ejuke, uno de los jugadores destacados en la actual plantilla y sensación en el inicio de campaña hasta su lesión en Montjïc ante el Barcelona.

Mientras tanto, el mercado sigue avanzando hasta su cierre el día 3 de febrero y no hay mayores novedades. Valentín Barco sigue a la espera de que se aclare su salida tras mantener serias diferencias con García Pimienta. Hace mucho que, como mostró su prometida en redes sociales, tiene empaquetados sus enseres para marcharse, pero de momento sigue en Sevilla. Su salida la ha frenado la marcha de Vitor Bruno como entrenador del Oporto, con quien el Brighton había pactado una solución. Todo está pendiente, en parte de eso, de la decisión que tome su sustituto, posiblemente el argentino Martin Anselmi.

Los últimos días en el mercado de fichajes se acercan y todo puede pasar. El entrenador sigue asegurando que, a jugador que salga, sustituto que debe llegar. Veremos. De momento, nigeriano por nigeriano puede ser la jugada. O no.