Nervión ya tiene números de Europa League

Sacando los partidos por la mínima y con algunos apuros, sí, pero sumando la mayoría de las veces de tres en tres. Xavier García Pimienta ha logrado poner una pica en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, vencer a las dificultades –como en el último partido, en el que recibió el palo de la RFEF de dejarlo sin tres de sus futbolistas, dos de ellos titulares fijos– y hacerse fuerte en casa para sumar los puntos necesarios que lo distancien lo máximo posible de la zona caliente de la tabla. 

El Sevilla, tras la victoria sumada sobre el Celta gracias al tanto de Manu Bueno en la despedida oficial de Jesús Navas frente a su afición antes de colgar definitivamente las botas, se ha aupado de nuevo a la mitad de la tabla con la ilusión de poder dar un salto y engancharse a otros retos como no logró hacer cuando tuvo la oportunidad en las visitas de Real Sociedad y Osasuna.

Tendrá que volver a intentarlo, pero sí es una realidad que el Sevilla se ha encaramado a un puesto de privilegio en una hipotética clasificación en la que se contabilizaran sólo los partidos como local, lo cual es un buen síntoma y un caladero importante de puntos para el objetivo final. Los nervionenses son los sextos mejores de la Liga en casa, sumando 5 victorias y un empate que le dan un total de 16 puntos. Por delante, sólo Real Madrid (el mejor con 23 puntos), Atlético de Madrid (21), Athletic Club y Osasuna con 18 y, precisamente el Celta con 17.

Y eso a pesar de que la temporada no empezó nada bien para los sevillistas en el Sánchez-Pizjuán, donde perdieron sus dos primeros compromisos ante Villarreal (1-2) y Girona (0-2) allá entre agosto y septiembre, sembrando la inquietud entre una afición incrédula con el proyecto.

Pero curiosamente está el Sevilla en este apartado incluso más fuerte que el Barcelona, que perdía sorpresivamente este domingo en el Lluís Companys ante el Leganés (0-1). Los de Hansi Flick han jugado dos partidos menos en su estadio, aunque han perdido dos, ante los pepineros y frente a Las Palmas de Diego Martínez (1-2). Los azulgrana suman los mismos puntos que el Betis en casa: 15.

Goles: máximo rendimiento 

El Sevilla, además, ha logrado estos 16 puntos sacando el máximo rendimiento de los escasos goles a favor, sólo 8 en los partidos celebrados en casa. Sin ir más lejos, los de García Pimienta han sacado adelante cuatro de los cinco partidos que ha ganado en casa por un exiguo 1-0 (ante Getafe, Betis, Rayo Vallecano y Celta) y venció también al Valladolid por la mínima, aunque, por 2-1, con aquel gol postrero y salvador de Ejuke. 

Otro duelo en el que los sevillistas sumaron, aunque no los tres puntos, fue ante el Osasuna (1-1) en la anterior cita liguera delante de la afición, un duelo en el que volvió a marcar Lukébakio tras un gran pase de Saúl Ñíguez de 40 metros.

El Sevilla es el peor equipo de la mitad de la tabla hacia arriba en relación a la diferencia de goles. Con 8 a favor y 8 en contra, hay que bajar nada menos que hasta el puesto decimosexto, que ocupa el Leganés, para encontrar un equipo con peor balance de goles en sus encuentros como local (6-10). Real Sociedad y Alavés, que han sumado 12 puntos y sólo han ganado tres partidos en casa, tienen parecido bagaje goleador, aunque un tanto más tanto a favor como en contra (9-9).

Fuera, asignatura pendiente

Evidentemente, si el Sevilla no goza de una mejor clasificación es por su rendimiento errático tirando a flojo en sus comparecencias a domicilio. Los de García Pimienta, con un solo triunfo ante el Espanyol (0-2), han sumado sólo 6 puntos y son los decimocuartos de la Liga contabilizando exclusivamente los partidos como visitante. Es verdad que han comparecido ya ante el Barça (5-1) y el Atlético (4-3) –ahora lo harán en el Bernabéu–, pero también han venido de vacío de sus visitas a rivales asequibles como Alavés (2-1) y Leganés (1-0). En total cuatro derrotas frente a esa victoria en Cornellà y tres empates en Las Palmas, Mallorca y Bilbao. 15 goles en contra y 10 a favor, curiosamente, más que en casa.

El sevillismo, tras un par de amagos de poder dar un pequeño saltito, espera que el equipo recupere lesionados y pueda sazonar esta temporada llamada de transición en algo más para poder enganchar definitivamente a la grada. Va a ser difícil que sea posible con refuerzos en el mercado de invierno, puesto que la economía probablemente no dará más que para que llegue un extremo y que aparezca algún delantero barato que aporte más que Iheanacho.