El método de la calidad
sevilla -eibar · Informe técnico
Jovetic, Sarabia y Vitolo invitan a saltarse el guión a Lenglet y N'Zonzi
Cada partido que pasa se sacan nuevas conclusiones sobre el método de Sampaoli. Muy atrás quedó la evolución de la presión asfixiante de Chile por la apuesta por la posesión de Lillo. El Sevilla ya gana también con balones largos y fútbol directo, como en Las Palmas. Ante el Eibar, repitió la fórmula del balón largo, pero añadiendo el ingrediente fundamental de la calidad. Y también recurrió al contragolpe, aliñado por supuesto con mucha calidad.
Así, a contra estilo, ganó el equipo de Sampaoli un partido que José Luis Mendilibar trabó todo lo que pudo con su presión adelantada y su reducción de espacios. Ben Yedder y Jovetic vivieron al filo del fuera de juego y por ahí se dificultó la conexión de un Sevilla con Nasri y Franco Vázquez perdidos entre el mar de piernas eibarrenses. Pero primero Lenglet y luego N'Zonzi hallaron las vías, gracias a que Jovetic, Sarabia y Vitolo invitaron a saltarse el guión.
Defensa
La versatilidad táctica de Sampaoli empieza por la zaga. Aparentemente forman tres centrales, Mercado, Rami y Lenglet, con Sarabia y Escudero ocupando los carriles, pero esa disposición es variable durante las diferentes fases del juego. En ataque, Sarabia fue muy profundo, pero también se fajó como lateral diestro. En la segunda parte, por ejemplo, quedó más diáfana la zaga de cuatro. Mariano, que entró frío y propició un temporal agujero en su flanco, y Escudero se anclaron más en las posiciones de laterales ante las percusiones de un Eibar que, aunque sacó muchos centros, se encontró con la buena respuesta de los centrales y de Sergio Rico. Los laterales también bascularon bien para tapar los centros pasados. Más sufrió la zaga en la salida, y en el regreso de la pelota cuando N'Zonzi o Nasri no pudieron sacarla jugada y se apoyaron atrás. Ahí se produjeron varios fuegos, al que también contribuyeron las dudas iniciales de Rami y los balones entregados por Lenglet al rival.
Ataque
Nasri y Franco Vázquez apenas encontraron espacios para poder acomodar el partido a su juego de control y toque. Había pocos metros y muchas piernas. El recurso fue el balón largo de Sergio Rico o la salida vertical de Lenglet, también los cambios de orientación desde los flancos, sobre todo de Escudero. N'Zonzi, bien tapado, tampoco rompió las líneas. Y el juego combinativo de control hubo de dar paso a otros recursos. El mejor ejemplo fue el 1-0: Lenglet por fin ofreció un gran balón largo que ganaron con calidad Jovetic y Ben Yedder y que empalmó a gol con exquisitez Sarabia. La desconexión no varió con la entrada de Kranevitter para que se soltase más arriba N'Zonzi, pero aquí sí encontró el francés una vía para montar una rápida y precisa contra. Jovetic le enseñó la vía y, por fin, la soltó a la primera. Otro golazo.
Virtudes
Calidad y versatilidad.
Talón de aquiles
Le costó zafarse de la presión.
UNO POR UNO
Sergio Rico: Muy atento a centros que se envenenaron.
Mercado: Ayudado por Sarabia, su zona estuvo limpia.
Rami: Dejó un par de regalos marca de la casa antes de hacerse el dueño del área.
Lenglet: Intentó sacarla en largo, hasta que halló la luz. Se fajó en el trabajo defensivo.
Sarabia: Se proyectó por la derecha, golazo incluido, y movió el ataque ya desde la izquierda.
N’Zonzi: Sólo halló el sitio muy al final, y ya adelantado…
Nasri: No impuso en ningún momento su juego: ahogado.
Escudero: Primero casi como extremo, luego de lateral, siempre bien agarrado al pleito.
Franco Vázquez: Desconectado; le cuesta armar el disparo en una posición en la que es obligatorio hacerlo.
Jovetic: Dos asistencias: la primera, excelsa; la segunda, letal. Dinámico, activo.
Mariano: Le costó entrar. Intentos nulos arriba.
Vitolo: Inteligente siempre, un gran revulsivo.
Kranevitter: Reordenó el equipo.
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