Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Puede que sea ficticio. O puede que no. En el Sevilla actual, cualquier irrupción que dé energía y que aporte brío, sangre, es más que bienvenida. En San Mamés, una plaza de alcurnia, irrumpió de forma decisiva Mateo Mejía (Zaragoza, 31-03-2003), un futbolista que fue fichado por el Manchester United en 2019 de la cantera de Zaragoza y que lo trajo a coste cero Víctor Orta en enero de este año, con la idea de que estuviera presto a dar el salto al primer equipo. Su debut en Primera División propició un empate de oro. El jugador está felicisísimo y promete más.
Mateo llegó de la mano de Idumbo, otra apuesta de Orta para reforzar los puestos de ataque con miras a un futuro a corto plazo. Ambos aterrizaron en el Sevilla Atlético, si bien el extremo belga tenía un rol distinto: es un fijo en los entrenamientos del primer equipo, pese a ser más joven que el delantero hispano-colombiano.
A sus 19 años, Idumbo forma parte del primer equipo sin que tenga protagonismo ninguno y no juega en el filial ya. Es el niño mimado de Orta, con mucho aún por demostrar. Con 21 años, Mateo ya ha marcado tres goles, más una asistencia, en los cinco partidos disputados en Primera RFEF, que hay que sumar a los cuatro tantos que hizo en los 16 encuentros de Segunda RFEF que jugó con el filial. La temporada pasada y antes de recalar en Nervión, hizo 3 goles y dio 5 asistencias (9 partidos) con el Manchester United sub 21 en la Premier 2.
La necesidad obliga. Sin Isaac, García Pimienta tiró de Mateo en Bilbao para, de paso, estimular al apático Iheanacho. Y el delantero, internacional sub 20 con Colombia, estuvo en las dos jugadas que definieron el empate, un punto de oro. Provocó con su presión briosa la expulsión de Agirrezabala y fue con todo al remate en el centro de Ejuke que terminó convirtiendo en autogol el meta Padilla.
Ahora mismo, en espera de que se reintegre al grupo Isaac, Mateo es el segundo delantero centro en los entrenamientos. El zaragozano ha sido recibido con mucho cariño por la plantilla tras su prometedor debut en San Mamés este lunes. Idumbo espera su oportunidad -apenas ha jugado un rato-, pero en su posición tiene mucha más competencia: desde Peque, cuyo rol como mediapunta organizador cada vez está más definido, a Ejuke, Lukébakio, Juanlu... y Suso, recién incorporado al equipo tras superar su lesión.
El fútbol, más ante las emociones viscerales que despierta un derbi, se mide por sensaciones y novedades. Y ahora mismo, en una encuesta, Mateo tendría las preferencias absolutas de los sevillistas de a pie sobre Idumbo y también sobre el denostado Iheanacho, que en cinco apariciones no ha demostrado nada pese a su experiencia en la Premier League. Porque en 18 minutos mal contados en San Mamés ha demostrado mucho más que el nigeriano. Y porque al menos muestra sangre.
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