Ignacio Valduérteles
¿Católicos o calvinistas?
Los nombres propios del derbi Sevilla-Betis
Los sevillistas acabaron de nuevo felices el partido de la máxima rivalidad contra los béticos. Llevan doce choque sin perder en la competición liguera y eso les sirve a los hombres de Xavi García Pimienta para acumular los mismos puntos que la escuadra de Manuel Pellegrini.
El belga fue un incordio en todo momento para Ricardo Rodríguez, que no tiene físico para correr detrás de él. Fue el autor del gol al transformar con frialdad, y con calidad, el polémico penalti de Diego Llorente, pero después tuvo dos goles clarísimos, sobre todo el último, con Rui Silva fuera de la portería. Pero se precipitó.
Se movió bien por el frente de la delantera en la primera parte y fue capaz de provocar las ocasiones más claras de los suyos, aunque en alguna de ellas parecía que partía en fuera de juego y podría haber sido corregida su posición. Pero necesita transformar esas ocasiones en goles, tiene que tener más mala uva en el disparo.
El francés es el líder, sin ningún tipo de dudas, de la defensa sevillista y con él en el campo todos son mejores, incluido un Nianzou que forma una buena pareja con su compatriota. Sólo cometió algún pequeño error en la salida del balón, pero después estuvo seguro a la hora de no permitir que nadie se acercara hasta Nyland.
Tuvo un disparo en la primera mitad muy peligroso, que se fue fuera por muy poco y que pudo convertirse en el primer gol del partido, pero la realidad es que no participó tanto como en los cinco partidos anteriores con la camiseta verdiblanca. El Sevilla supo defenderlo y, además, no lo dejó mover el balón.
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