Cuando llega el momento de arrancar

Sevilla/Todo lo que estaba en ciernes, latente o en la rampa de lanzamiento se empezó a precipitar desde el pasado viernes. Bueno, casi desde el jueves prácticamente, pues cuando la expedición de la AFA (Asociación Argentina de Fútbol) emprendió su viaje desde Buenos Aires a España la hoja de ruta de la planificación de la temporada en el Sevilla daba un acelerón en sus primeros puntos. Sampaoli ya es historia y ahora llega el turno de levantar el nuevo edificio con un claro primer capítulo, la elección y la firma del que será el nuevo entrenador.

Y eso va a ser en los próximos días, principalmente porque la sociedad necesita tener ya con urgencia un entrenador con el que diseñar la confección de una plantilla, determinar altas y bajas y dejar todo trazado a expensas sólo de lo que demande el mercado, que seguro que sacudirá sin piedad al Sevilla como es costumbre cada periodo estival.

Si nada se tuerce, la maquinaria pesada sevillista, compuesta por la dirección deportiva y el consejo ejecutivo, debe tener anunciado de forma oficial a quien será la piedra angular del nuevo proyecto antes del jueves. Todos los indicios marcan que Eduardo Berizzo puede ser el elegido, sobre todo después de que se desvelara el mismo viernes que prácticamente de forma simultánea a la reunión que mantenían en el Sánchez-Pizjuán el presidente José Castro con los emisarios de la AFA, Claudio Tapia y Daniel Angelici, mantenían en Madrid un contacto directo Óscar Arias, sustituto de Monchi en la dirección deportiva, y el entrenador argentino que llevó al Celta a las semifinales de la Liga Europa.

El encuentro en la capital de España es un paso evidente, pero no ha de ser definitivo. Las partes ya mantuvieron un contacto para conocer las posturas de cada uno en lo económico, mientras que la reunión con Óscar Arias tuvo más base futbolística, de método y de nombres, de cara al futuro. ¿Qué faltaría, pues, para afirmar que Berizzo será el sustituto de Sampaoli? Pues bastantes cosas aún.

Nadie puede negar que es el primer candidato, pero no el único y aún quedan pasos por dar. Si es el elegido, el consejo de administración deberá ser informado como es preceptivo y deberá aprobarse su contratación, aparte de la negociación pura y dura, punto por punto, de las condiciones contractuales que unirán al Sevilla con el entrenador, es decir, temporadas de duración, sueldo, primas, cláusulas de penalización por rescisión unilateral, cuerpo técnico y un largo etcétera.

Berizzo cuenta con ventaja y parece el elegido, aunque aún permanecen latentes algunas dudas. Algunos miembros del consejo no las tienen todas consigo e incluso en la dirección deportiva se mira con lupa todos los aspectos. De Berizzo gusta mucho su propuesta de juego, su protagonismo por el balón que de alguna manera sirve de eje de continuidad con el anterior proyecto, su facilidad para adaptarse a situaciones comprometidas y ser capaz de armar un equipo competitivo cada año pese a las bajas que sufrió el Celta cada verano en su periplo en Vigo. Generan alguna duda ciertos aspectos de su modelo, como las marcas individuales prácticamente innegociables que ordena a sus futbolistas del centro del campo. Habría que ver si sería capaz de convencer a futbolistas de una categoría mayor (procedentes de equipos grandes) que deben hacer ese trabajo sucio. También es cierto que el Sevilla se reforzaría con los jugadores adecuados, pero no deja de ser quizá el único aspecto que causa cierto recelo.

En los primeros días de la semana se va a producir un avance importante que debe ser definitivo conforme se acerque el final de la misma, pero ya no hay vuelta atrás porque no hay tiempo material y el Sevilla, por culpa del tema de Sampaoli, va atrasado en la planificación.

Todo apunta a Berizzo, pero nada hay seguro. Hay sintonía y ganas por ambas partes de llegar a un acuerdo, pero debe cerrarse la operación y Berizzo también tiene prisa porque tiene otras opciones. Amén de que no se pierden de vista otros nombres que también gustan en el Sevilla. Javi Gracia, desvinculado del Rubin Kazan ruso, siempre gustó en la casa y Mauricio Pellegrino también está ahí.