Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
El Sevilla perdió tres puntos en Son MoixSevillaSon Moix y, además, a otro jugador más. Dodi Lukebakio tuvo que ser sustituido a la media hora de partido, tras una acción fortuita en la que dejó en vilo a todo el banquillo blanquirrojo. El belga, que se agarró de su rodilla derecha nada más caer al césped, estará de baja un tiempo que no se estima precisamente corto, pues sufre un esguince de alto grado en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha.
La derrota en Mallorca actuó como varapalo muy considerable para la moral de un equipo que atraviesa su peor situación en muchos años -incluso peor que la temporada pasada-. Sin embargo, si algo 'tranquilizó' algo a la afición sevillista fue ver a Dodi Lukebakio regresar por su propio pie a la capital andaluzaLukebakio, imagen captada por las cámaras de Diario de Sevilla.
El belga se bajó del avión junto al resto de sus compañeros, con una especie de férula en su rodilla derecha para inmovilizarla por completo. Eso sí, Lukebakio pudo andar hasta el propio autobús y, aunque el parte apunte a una fea lesión, completó una imagen que sirve como halo de esperanza.
Ahora, el ex del Herta de Berlín comenzará su recuperación, apuntándose a una larga lista de bajas que amedrentan una situación ya de por sí preocupante en Nervión.
El Sevilla de Diego Alonso se jugará su futuro europeo en Francia. Los nervionenses, últimos en el grupo B de la Champions League, tan sólo tienen una opción de, al menos, clasificarse para la Europa League y, así, mantenerse vivo en tres competiciones: ganar en Lens.
Una auténtica final se jugará en el Bollaert-Delelis, donde el técnico charrúa tan sólo podrá contar con once jugadores del primer equipo. Entre sanciones -Ocampos y Fernando, que sufre del hombro- y lesiones, el Sevilla tiene un total de doce bajas, además de los no inscritos Januzaj y Marcao.
En la enfermería, además de Lukebakio, el último en llegar ha sido Joan Jordán, que sufre unas molestias por contusión en el cuádriceps de la pierna izquierda, algo que ya se pudo apreciar en Astorga, donde jugó con un vendaje. Una baja más -que queda pendiente de evolución- en un equipo que está muy tocado, tanto física como psicológicamente.
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