La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La dolorosa imagen de Ejuke abandonando el césped sin poder apoyar su pierna izquierda y ayudándose de los miembros del servicio médico del Sevilla para andar hizo aún más hiriente la durísima derrota en Montjuïc. El futbolista ya pudo caminar por su propio pie, aun con una ostensible cojera, cuando se bajó del avión la pasada madrugada y cuando se acercó a hacerse las pruebas médicas en la mañana de ayer. Y el parte médico confirmó lo que ya se intuía: lesión de alto grado en los isquiotibiables.
El nigeriano estará un amplio periodo de baja coincidiendo con una serie de partidos importantes y podría no volver hasta entrado diciembre. El primero, de nuevo en Barcelona, llega pronto, este viernes. Y García Pimienta tiene que buscar soluciones cuanto antes, tanto a la baja de una de sus armas ofensivas más fructíferas como para la herida de Montjuïc.
Quien quiera ver la botella medio llena dirá que el partido en casa del fortísimo y rejuvenecido líder de la Liga, el Barça de Hansi Flick, no es referencia para nada, que el Sevilla ha caído allí, incluso goleado, con equipos muy superiores y con situaciones socioeconómicas mucho más estables, si no boyantes.
Quien la vea medio vacía, opinará que el Sevilla sacó en una manta de vendedor ambulante todo el muestrario de sus carencias en su extremo más evidente. Las defensivas, pero sobre todo las que ofrece una medular cogidísima con alfileres y una delantera sin gol. En diez jornadas no ha marcado ninguno de los dos delanteros del Sevilla, si bien Iheanacho está viviendo una especie de ostracismo desde que supliera a Isaac durante la lesión de tobillo de éste dando una imagen preocupante de estar fuera de forma.
Sea como fuera, García Pimienta comenzó ayer a preparar la cita del viernes en Cornellá frente al Espanyol y lo primero que tendrá que hacer será devolver la confianza ganada en la racha previa al parón de octubre y que se fue de forma abrupta por el sumidero de los vestuarios de Montjuïc mientras se duchaban los jugadores rumiando la durísima goleada recibida. La labor mental es clave y el Sevilla tiene que encarrilarse de nuevo desde ya. Aun sin Ejuke.
Resulta que el nigeriano, junto con Lukébakio, había sido una refrescante noticia en el primer cuarto de Liga hasta su lesión en la jornada décima. García Pimienta había virado su modelo hacia un fútbol más vertical apoyándose en la velocidad, la zancada, el regate y la verticalidad de sus dos extremos, que además habían propiciado los goles la racha buena, ésa que urge recuperar ahora.
El técnico barcelonés se queda ahora con el equipo cojo en la izquierda por un buen periodo, que coincide con partidos clave: la salida ante el Espanyol con la necesidad de cerrar la herida del Barcelona, la Real Sociedad en casa, la visita al Leganés... Eso antes de un parón de noviembre que debe servir para que se vaya recuperando el nigeriano.
En Montjuïc, tras la lesión menor de Suso, Idumbo mostró su carta de presentación en la Liga con un buen gol, por arrancada y definición. Curiosamente, fue muy similar al que marcó una semana antes en otro partido casi igual, la goleada del Marbella sobre el Sevilla Atlético. Antes de su aparición en Montjuïc apenas jugó un rato frente al Girona, también con el partido roto. “Idumbo no ha jugado más por el buen estado de Luke y Ejuke”, dijo García Pimienta.
Curiosamente, apenas ha jugado con el filial pese a que no tiene presencia en el primer equipo. “Está entrenando con nosotros, en dinámica del primer equipo. La semana pasada fue a jugar con el filial para coger minutos. Ha mostrado ganas, ha creado situaciones, ha marcado un gol... Estamos contentos con él”, continuó sobre el belga García Pimienta. Sin Ejuke, puede que le llegue el momento que esperaba Víctor Orta.
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