Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante Osasuna
El eje Badé-Gudelj aseguró la cohesión al grupo en espera de esa calidad para acompañar a Lukébakio que llegó con los cambios
Osasuna es un hueso muy duro, que propuso un partido muy físico y que supo cortar las salidas sevillistas con faltas inteligentes, al tiempo que trató de forzar ese error de la zaga sevillista tan habitual en los primeros partidos de la temporada. Pero el eje Badé-Gudelj le da firmeza y seguridad al grupo. A partir de ahí, con los blancos igualando el duelo físico, faltaban más surtidores para ese factor desequilibrante llamado Lukébakio.
Álvaro Fernández Altibajos: agilidad en el tiro de Bryan, reflejos en la ocasión postrera, pero lenta reacción y manos blandas en el gol de Budimir.
José Ángel Decisiciones extrañísimas al jugar, golpeos impropios de estos niveles, pero con trabajo útil sin balón.
Badé El sostén de la defensa por empaque y poderío físico. En el centro del gol, superado.
Kike Salas Alguna duda con la pelota que no fue a más. Valiente al choque y luego cumplidos en la banda.
Pedrosa Pierde demasiados duelos incluso partiendo en ventaja. Centros inocuos.
Gudelj Presión bien dirigida y cortes para volver a percutir. Acabó de central y sin perder jamás el sitio.
Sow Estuvo más intenso y cencedor en los pequeños duelos. Llegador de nuevo.
Lokonga Le falta vigor físico para ganar balones en la zona ancha. Criterio en el pase.
Lukébakio Volvió a ser el factor desequilibrante, esta vez en un control orientado mágico con su derecha y gran definición con la izquierda. Si es acompañado por gente como Saúl o Navas, su fútbol es mucho más aprovechado.
Isaac A falta de goles, se está encasillando en ese juego de bregar, conectar e incluso abrirse a banda y centrar.
Peque A falta de fuerza, creó a chispazos en el pase.
Saúl Ñíguez Su pase en el empate fue pura distinción. El Sevilla será otro con él por su manejo y calidad.
Suso Puso algo de fútbol en la derecha a su manera y conectando con Navas.
Juanlu Desubicadísimo.
Jesús Navas Tres centros buenísimos. Conserva su ‘imán’ para atraer los ataques.
Agoumé Enorme pase a Dodi en la última jugada.
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