Jesús Navas, de la élite máxima con España a sólo ratitos en el Sevilla

Sevilla/Dentro de las situaciones que preocupan enormemente al sevillismo está la falta de referentes en el equipo. Sorprendía a muchos que ante el Girona luciera el brazalete de capitán Marcao, un descarte en julio –reconocido públicamente por el director deportivo– y con menos de 25 partidos oficiales en el Sevilla (sólo 15 de titular). Las salidas, a empujones casi, de Acuña y de Ocampos..., la gradual desmantelación de la plantilla que ganó los dos últimos títulos... han hecho que el vestuario esté huérfano de referencias.

Y en este contexto de alguna manera sorprende el papel que ha pasado a desempeñar Jesús Navas en apenas unos meses. Un jugador que tras un episodio bastante esperpéntico relacionado con su próxima retirada del fútbol en activo renovó en unas circunstancias que dejaron en entredicho a los responsables de la entidad y que ha pasado a un descarado segundo plano.

Siempre con el respeto que merece la información que maneja a diario el cuerpo técnico, su estado físico y anímico en el día a día, al menos desde fuera sorprende muchísimo que haya pasado de participar a buen nivel en un torneo de superélite a nivel de selecciones como fue la Eurocopa de Naciones, en la que se proclamó campeón con España, -jugó en semifinales titular anmte la sanción de Carvajal- a no tener la oportunidad de ser alineado ni una vez como titular en un solo partido en la Liga del Sevilla, de este Sevilla en el que la calidad ha bajado escandalosamente.

Jesús Navas, una leyenda en un equipo huérfano de referentes, no ha sido titular en ninguna de las cuatro jornadas de Liga disputadas por el Sevilla, en las que sí han estado en el once José Ángel Carmona y en tres de ellas Juanlu Sánchez, ambos jugadores con los que compite en su puesto.

El Sevilla no ha informado de ningún problema físico de Jesús Navas, que además ha participado en ratitos en los cuatro encuentros, con lo cual sería un sinsentido que estuviera en el banquillo sin estar al cien por cien. Y si estaba al cien por cien, ¿de verdad no podía haber sido titular en ningún encuentro?

El palaciego jugó 18 minutos en Las Palmas (saliendo por Lukébakio), 4 ante el Villarreal (por Ocampos), 20 frente al Mallorca (por Lukébakio) y 25 con el Girona (también por el belga). En ninguno dio señales de estar por debajo físicamente del resto del equipo, e incluso ante el Villarreal en poco minutos puso varios centros en sus subidas desde la banda con mucho peligro al área, entre ellos el de la ocasión de Iheanacho que sacó increíblemente Diego Conde.

Nadie en el Sevilla ha salido a explicar esta situación, ni siquiera García Pimienta. Si es que en realidad hay algo que explicar... En este sentido sí que es verdad que el entrenador catalán se ha pronunciado públicamente hasta en dos ocasiones sobre su deseo de convencer al internacional sevillista de que se quede en la plantilla más allá del mes de diciembre, cuando ha anunciado su retirada. Desde luego, con estos argumentos difícil va a tener convencerlo.

¿Obedece esto entonces a una estrategia de futuro o a un resentimiento más o menos fresco? El desnudo en el que dejó Jesús Navas al comité de dirección, con su presidente Del Nido Carrasco a la cabeza, tras el desaire de mayo y el cruce de comunicados previo a su renovación, todavía debe de tener llagas abiertas. ¿Tiene algo que ver con el deseo de querer posicionar en el mercado a otros laterales derechos más jóvenes en un puesto en el que la pésima planificación deportiva ha dejado a cuatro jugadores en plantilla específicos para el lateral derecho? Carmona, Juanlu, Montiel y el propio Navas conviven en el mismo vestuario y hasta el momento nadie podrá dudar de que el que más calidad, personalidad, recorrido profesional, experiencia, sevillismo... –¿seguimos?– tiene es quien ha acabado aburriendo a cuantos laterales derechos han pasado por el Sánchez-Pizjuán desde su debut o desde que retrasó su posición a la vuelta de Inglaterra, desde el propio Montiel hasta Coke en sus primeros años, pasando por Corchia, Layún, Pozo, Cicinho e incluso centrales adaptados como Mercado. Misterios del fútbol y de este Sevilla tan difícil de entender.