Jesús Navas: 16 caramelos del niño eterno

En sus 18 temporadas al servicio de su Sevilla, Jesús Navas fraguó una mágica querencia a participar en jugadas que cambiaron la historia del club de Nervión

Gudelj: "Ser el primer capitán tras Jesús Navas me pone la piel de gallina"

Jesús Navas con su simbólico dorsal 16.
Jesús Navas con su simbólico dorsal 16. / Europa Press

Nadie más digno que Jesús Navas para heredar, sudar y defender la mítica camiseta del Sevilla con el dorsal 16 que portaba Antonio Puerta cuando cayó desplomado en la hierba. El sevillismo activó la cuenta atrás en su mente para despedir al ídolo palaciego y sobre todo, agradecerle los incontables momentos de alegría y orgullo que le regaló a su gente desde el ala derecha, la que le llevó a volar a una altura ignota hasta su llegada. Aquí 16 de esos momentos imborrables, firmados con goles o su golosina preferida, la asistencia.

1. El 24 de abril de 2005, el Sevilla de Joaquín Caparrós visitaba el antiguo San Mamés ataviado con una extraña equipación morada. Ahí descubrió el entendido público de la Catedral el gran poder que el club de Nervión se encontró en la banda derecha con ese enjuto y escurridizo chaval de 19 años. Regateó a tres leones y, diestro él, sorprendió con un latigazo con su zurda que supuso el 0-2. El Sevilla acabó ganando 1-3.

2. En el gol que le cambió la vida al sevillismo debía participar el jugador destinado a llegar más alto que nadie con la elástica blanca. Ese balón que desde la derecha cruzó toda la defensa del Schalke en la prórroga de las semifinales de la Copa de la UEFA salió de la bota de un canterano. Y fue otro canterano amigo suyo, Antonio Puerta, quien llevó al cielo a la afición con ese golpeo mágico con el exterior de su zurda.

3. En la final ante el Middlesbrough, el Sevilla se defendía del acoso en la segunda parte y custodiaba la ventaja que procuró el fantástico giro de cuello de Luis Fabiano. Tras un paradón de Palop a Viduka, en un saque de banda, el Sevilla salió de la trampa inglesa, basculó el ataque a la derecha y allí irrumpió Navas para centrar raso a Kanouté. El portero Schwarzer desvió el tiro del gigante, pero Maresca cazó el rechace para ese 2-0 que supo a título. 

4. El Ramón Sánchez-Pizjuán se llenó, en la última jornada de la Liga 2005-06, para despedir a los héroes de aquella primera Copa de la UEFA conquistada en Eindhoven, seguir celebrándolo y de paso, apurar las opciones de acabar cuartos y con plaza de Liga de Campeones por vez primera. Jesús Navas volvió a marcar un golazo con su izquierda, esta vez un trallazo a la escuadra, y aunque hubo remontada al Madrid, Osasuna no falló y fue el equipo Champions.

5. La final de Glasgow ofreció uno de los goles más repetidos del Sevilla de este siglo XXI. Centro de Jesús Navas desde la derecha y remate certero de Frédéric Kanouté. Ocurrió en la prórroga, el Espanyol ya jugaba con diez por la roja a Moisés Hurtado y parecía que sería decisivo para la segunda Copa de la UEFA. Pero Jonatas forzó una tanda de penalti donde Palop estuvo inconmensurable.

6. La primera vez que el Sevilla obtuvo plaza para jugar la Champions, debía validarla con una eliminatoria previa. Y le cayó en suerte el AEK de Atenas que entrenaba Lorenzo Serra Ferrer. Puro morbo. En la ida en Nervión, el 16 de agosto de 2007, los dos goles que lo pusieron todo muy de cara (2-0), de Luis Fabiano y Kanouté, tanto monta, los gestó el extremo de Los Palacios desde su rincón favorito.

7. En el segundo partido como internacional absoluto, 18 de noviembre de 2009, Navas ya dibujó su primera asistencia a Pablo Hernández en el 1-5 de España a Austria en Viena, con Vicente del Bosque de seleccionador.

8. El Sevilla de Antonio Álvarez necesitaba ganar en Almería para renovar su plaza en la Liga de Campeones. El vecino andaluz no se jugaba nada pero le puso todo el ardor y más a la batalla. Jesús Navas fue protagonista de nuevo al asistir en dos de los tres goles del Sevilla, incluido ese recordado 2-3 final de Rodri que dejó helado al Mallorca, botellas de cava incluidas, en Son Moix.

Jesús Navas participó en algún gol de las cuatro finales de Liga Europa que conquistó

9. Cuatro días después de ese eufórico gol de Rodri en Almería (que a la postre no serviría de nada, pues el Sevilla cayó de forma muy dolorosa ante el Sporting de Braga en la previa de Champions en agosto), Jesús Navas renovaría su propensión a participar directamente en las jugadas decisivas de los partidos grandes. En la final de Copa ante el Atlético, Navas ayudó a encauzarlo todo con su jugada y su tiro con la izquierda que fue el origen del golazo de Diego Capel. Ya en la última jugada de la final, el palaciego provocó el éxtasis sevillista con el 2-0 definitivo al culminar una contra en solitario driblando a un jovencísimo David de Gea. 

10. Días después de coronarse por segunda vez campeón de Copa con el Sevilla, el liviano extremo marcó el primero de sus cinco goles con la selección española. Fue el 3 de junio de 2010 y sirvió para derrotar a Corea del Sur (1-0) en un amistoso.

11. El héroe entre héroes había cuajado una temporada admirable: en Liga 34 partidos, 4 goles y 13 asistencias; en Copa, 8 partidos, 3 goles, 2 asistencias; y en Champions, 8 partidos, 2 goles, 3 asistencias. Su regularidad lo llevó a entrar en el muy selecto grupo que llevó Vicente del Bosque al Mundial de Sudáfrica. El salmantino confiaba mucho en su perfil distinto. Tanto, que en la final le dio entrada por Pedro a los 60 minutos de juego. Y Jesús dibujó esa carrera para salir del rincón derecho e iniciar la jugada que nos hizo campeones del mundo tras varios actores participantes y ese gol de Iniesta. Ahí quedó inmortalizada la figura menuda de Navas en la historia del fútbol español.

12. En la despedida en Nervión de su mejor socio en el campo, Frédéric Kanouté, el todavía extremo acabó el partido con tres pases de gol para el 5-2 final ante el Rayo Vallecano. Fue en la jornada 37ª de la Liga 2011-12.

13. Tras cuatro temporadas y tres títulos en las filas de un gran Manchester City, retornó al patio de su recreo en Nervión. Y desempolvó su querencia a dar pases de gol destinados a los anaqueles de la historia. En la semifinal de la Europa League de 2020, se sacó de la manga un centro que era puro veneno para que Luuk de Jong consumara la remontada, casi milagrosa, ante el Manchester United.

14. Ya en la final de Colonia, poco después de que el Inter de Milán se hubiera adelantado con el penalti que provocó y transformó Lukaku ante Bono, Jesús lo enderezó todo con su tenso centro al primer palo que cabeceó, en un gol de puro ariete, de nuevo Luuk de Jong. Si Jesús Navas aparece en una final señalada, de las que duele perder, el título es sevillista. Y se volvió a cumplir. 

15. La máxima cumplió su ciclo dorado ante la Roma en la final de Budapest, donde el extremo ya reconvertido a lateral (su paso por Inglaterra lo hizo madurar como persona y también ampliar sus registros futbolísticos) escupió ese balón tan difícil de defender que acabó en autogol. Ya hizo algo parecido semanas antes en Old Trafford.

16. El capitán sevillista, el año después de ser el único español en ganar Mundial, Eurocopa y Mundial, añadió otra Eurocopa a su palmarés con un mayúsculo detalle de compromiso: ante Albania se lesionó en el primer minuto del tobillo, y aguantó para no poner en peligro la presencia de Carvajal en los octavos. Estaba apercibido de sanción. Ya en semifinales, Navas hizo un buen marcaje a Mbappé y, para no perder la costumbre, participó en un gol, el del empate de Lamine Yamal. La cosa iba de genios.

stats