El pecado de ingenuidad de Jesús Navas y la frivolidad del Papu

El conjunto sevillista mostró su cara más desconocida desde que Julen Lopetegui se hiciera cargo de su preparación. Los nervionenses hicieron regalos inexplicables al Salzburgo, aunque al final consiguieron un punto de gran valor a la vistas de los fallos, incluida la expulsión de En-Nesyri en el minuto 50. Tres penaltis en 36 minutos no es nada normal para este Sevilla.

Jesús Navas | La ingenuidad a su edad es difícil de explicar y le costó reponerse

No tiene mucha explicación el pecado de ingenuidad que cometió un veterano como él. El empujón a Adeyemi era innecesario y ni siquiera servía para marcarle el territorio al joven alemán. El resultado fue el único penalti convertido por los austriacos y, sobre todo, la manera como lo acusó con sus nervios después.

Papu Gómez | Activo, pero un gol feo vale igual que un golazo

Partió desde el extremo izquierdo para crear asociaciones con Acuña y hacerle mucho daño al Salzburgo. Estuvo activo y sólo los errores de En-Nesyri impidieron que ayudara a poner por delante a los suyos. Pero también tuvo un fallo garrafal cuando Wöber lo dejó solo y trató de buscar un golazo de vaselina. Ir a lo fácil hubiera sido más efectivo.

Joan Jordán | Tiene que recuperar el ritmo y la confianza

Junto a Suso, fueron los dos sacrificados en el descanso por el desbarajuste en la primera mitad. Joan Jordán, aunque ahora tiene un sustituto de nivel con Delaney, es fundamental para este Sevilla y, por tanto, los suyos lo echan de menos porque abarca mucho campo y hace daño. Tiene que recuperar desde ya el ritmo y la confianza.

Lamela | Definitivamente, ha caído en gracia en el Sevilla y fue el que agitó el juego

Lopetegui apeló a él tras la expulsión de En-Nesyri y al quedarse sin una referencia arriba. Partió como punta, después le cedió el sitio a Ocampos y Rafa Mir sería el delantero en el tramo final, pero Lamela sigue en estado de gracia. Agitó el juego con habilidad y debió marcar en un cabezazo picado franco.