La incógnita de los centrales

Sólo Badé y Kike Salas figuran en la plantilla como piezas de garantías en el eje de la zaga, donde García Pimienta precisa velocidad y buena salida de balón

Marcao ya sabe que no cuenta y Nianzou está siendo evaluado por el nuevo entrenador

Ejuke, la chispa y el único que ofreció algo distinto en el primer amistoso

Nianzou, en un entrenamiento del Sevilla.
Nianzou, en un entrenamiento del Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

El director deportivo del Sevilla, Víctor Orta, ha mostrado esta misma semana su optimismo sobre un aspecto clave, adecuarse al límite salarial que le ha marcado LaLiga. Algo que, sin embargo, debe ir de la mano de una buena planificación. Sobre el primer asunto, el sucesor de Monchi no dio detalles, lógicamente. Sobre el segundo, se mostró “satisfecho” por cómo va el verano en cuanto a “tiempo” y a “número” de refuerzos.   

Y es verdad que el Sevilla ha hecho los deberes en la pasada semana, en la que la planificación ha experimentado un impulso con la materialización de tres refuerzos y una salida. Peque, Lokonga y Saúl Ñíguez ya están a disposición de García Pimienta y Rafa Mir puso al fin rumbo a Mestalla.

Víctor Orta aseguró que todas las líneas de la plantilla están abiertas y pueden producirse llegadas y salidas, pero en especial el centro de la defensa requiere una atención añadida, pues podría considerase la zona en la que la dirección deportiva debe aplicarse más para contentar las necesidades del nuevo entrenador. 

Badé –que aún no ha comenzado su participación en los Juegos y se espera muy tardía su regreso– y Kike Salas puede decirse que son los únicos hombres fijos en los planes de García Pimienta en esa demarcación que es clave para el funcionamiento general de un equipo. 

Ya se ha visto en el primer amistoso que el técnico barcelonés quiere que su línea de zagueros se mantenga muy adelantada para facilitar la presión y la recuperación en campo contrario y eso requiere centrales rápidos. Ya se marchó Sergio Ramos, no le vale Marcao y se lo ha dejado claro a la dirección deportiva. Jugar así con el brasileño es un suicidio por sus problemas en desplazamientos hacia atrás y espacios abiertos y está probando a Nianzou, pero no está nada claro que el francés convenza al cuerpo técnico, que de momento tira de Ramón Martínez y Castrín, centrales del filial tras la reciente renovación del primero y la llegada del segundo desde el Lugo.

El Sevilla va a tener que firmar a uno o dos centrales. Orta lo sabe, pero espera el momento. La prioridad es un perfil muy claro de un futbolista dinámico y con buena salida de balón que ayude a asentar su modelo de juego.

Los esfuerzos hasta ahora han estado centrados en otras líneas. El centro del campo también es un puesto clave y con Saúl y Lokonga se ha aliviado algo el vacío que se quedó con la marcha de Soumaré, Agoumé y Óliver Torres. Ahora queda abrochar bien la columna vertebral con dos centrales de garantía y despejar dudas con En-Nesyri.

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