De la impotencia a la convivencia con los aficionados 'rivales': así está siendo la odisea de los sevillistas en Lens

Aficionados sevillistas aprovechan para visitar Brujas antes del duelo de Champions frente al Lens
Aficionados sevillistas aprovechan para visitar Brujas antes del duelo de Champions frente al Lens

En el mundo actual, más aún después de haber superado todas las trabas de una durísima pandemia, se hace complicado entender el fútbol sin aficionados que copen de color las gradas de un estadio. Sin embargo, eso mismo está ocurriendo en Lens, donde se juega el Sevilla la clasificación a Europa League en el último encuentro de la fase de grupos de la Champions.

Cientos de sevillistas han puesto rumbo a la ciudad del norte de Francia, con la convicción de que podría ser la última vez que vean a su equipo en Champions durante algún tiempo, pero, por el camino, les ha llovido una noticia que, si no se remedia, los privará de poder animar a los suyos.

Incertidumbre con las maletas hechas

El pasado domingo, con la tarde ya avanzada, el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, anunció públicamente una medida que no ha dejado indiferente a nadie. El gobierno prohíbe el acceso y el viaje de aficionados sevillistas al Bollaert-Delelisprohíbe, noticia que cogió a muchos nervionenses con las maletas hechas.

Uno de los afectados es Santi Martín, hincha del Sevilla que viaja con sus dos hijos pequeños y que ha contado su situación en Diario de Sevilla: "Salimos esta mañana, a primera hora, pero ayer por la noche me enteré por casualidad. Un amigo me llamó a las diez y pico de la noche, con las maletas preparadas, cuando nos enteramos del comunicado este que tampoco era oficial. Nos hemos levantado con nuestro viaje programado, con nuestro hotel, coche de alquiler, vuelo y apartamento que no podíamos perder, porque perderíamos el dinero, y con la incertidumbre de si mañana nos dejarán entrar o no".

Santi Morán, aficionado sevillista en Lens / José Manuel Rodríguez

Santi Martín viajó durante la mañana del lunes, destino Charleroi, desde donde pondrá rumbo a Lens. Tanto él como sus hijos tienen pensando viajar a Lens, aunque la incertidumbre de poder asistir al encuentro está presente: "Me podrán prohibir entrar en un estadio por que me digan que la parte visitante no tiene acceso, pero que yo esté en una ciudad europea con mis dos hijos...". "¿Hasta qué punto pueden prohibir que no entre en la ciudad, por ser de Sevilla? No sé hasta qué punto tienen derecho legal a eso", añade, visiblemente impotente ante una situación surrealista y frustrante.

Santi Morán, aficionado sevillista en Lens y afectado por la prohibición del gobierno francés / José Manuel Rodríguez

La afición del Lens, volcada con los sevillistas

Un grupo de 25 aficionados, pertenecientes todos a la 'Peña SVQ Triana', también se encuentran ya en tierras francesas. Manuel Lorente, su vicepresidente, cuenta en Diario de Sevilla su plan de viaje: "Salimos el domingo hacia París, desde donde teníamos programado trasladarnos en coche hasta Lens, y fue ahí donde nos enteramos de la noticia. Al principio, un poco incrédulos. Cuando llegamos ahí, la gente también estaba sorprendida".

Toda noticia de este calado, que afecta a personas con una vida corriente, suelen servir para demostrar que el colectivo del fútbol aúna fuerzas en apoyo a las minorías. Lorente, junto a Chema Viaña, presidente, y Fernando Díaz, directivo, destaca el gran gesto de los hinchas franceses: "Tenemos varios teléfonos de allí que nos han ofrecido carnets, nos han invitado a ir a la previa con ellos, que por favor no tengamos en cuenta lo que digan a nivel nacional respecto a ellos... parecen un grupo de personas bastante independientes".

Aficionados sevillistas cuentan la relación con los hinchas del Lens / José Manuel Rodríguez

Esta relación entre aficiones, en este caso, no ha surgido ahora, sino que se gestó allá por el mes de septiembre: "Nació en el partido de ida. En la zona de la previa, vinieron unos cuantos de aficionados del Lens. Estuvimos hablando con ellos y nos intercambiamos teléfonos. A raíz del problema que ellos han visto en redes sociales y en los medios, nos han contactado y se han ofrecido a que hagamos con ello un poco de convivencia previa". Un gesto que les ha hecho cambiar de opinión: "Nosotros en el coche decíamos de verlo en las casas o donde fuese y nos lo tomábamos como un viaje de amigos, pero vistas las circunstancias, hemos tomado la decisión de irnos con la gente que nos está tendiendo la mano".

Una humanidad que bien podría solucionar un problema que, por el momento, el gobierno francés no pretende solucionar dando marcha atrás a la medida de prohibir el acceso.

stats