La impasible tiranía del calendario

Segunda semana de julio. El calendario avanza impasible y no entiende de excusas. El Sevilla va claramente a contrarreloj y debe empezar a aclarar ciertas cuestiones capitales para su planificación deportiva en un año de riesgo, de muchísimo riesgo. 

 El primer asunto serio –más que eso– es el estado de las cuentas con respecto al límite salarial que el club de Nervión tiene excedido en una importante cantidad que rondaría los 50 millones de euros. Puede que la llave de todo esté en el traspaso de En-Nesyri, otro de los temas que pueden empezar a aclararse en una semana en la que Víctor Orta y José María del Nido Carrasco deben avanzar en distintas negociaciones. Con las opciones de Fenerbahce y Al-Qadsiah como únicas alternativas calientes, la salida del marroquí debe activar otras situaciones enquistadas.

Ya el calendario dejó su castigo al pasar del 30 de junio y las consecuencias las pagará el consejo de administración con un nuevo déficit en el ejercicio que se espera de nuevo voluminoso sin haber podido hacer caja con En-Nesyri.

Y entre esas situaciones enquistadas está el peliagudo asunto de los descartes. El tema Rafa Mir parece dar ya más ruido que otra cosa, pues se antoja encarrilado, pero hay otros jugadores con los que el Sevilla literalmente no sabe qué hacer y cuyos sueldos se comen gran parte del límite salarial. Joan Jordán, Januzaj, Dmitrovic, Marcao, Delaney, Augustinsson, Óscar Rodríguez, Montiel... son un auténtico problema. Incluso con Acuña y Nianzou el Sevilla aplaudiría una oferta en el mercado.

Y después llega la segunda parte, la incorporación de refuerzos que vayan llenando los huecos libres y las peticiones de García Pimienta. De momento, sólo ha llegado Chidera Ejuke, aunque es posible que esta semana pueda ser oficial la cesión de Lokonga.

Víctor Orta dijo en la presentación del entrenador que su idea era tener al inicio de la pretemporada “el 60, el 70 o el 80% de la planificación hecha”. Pero el calendario se ha vuelto un tirano y lo peor es que el retraso va acumulándose peligrosamente...