Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
La crónica del Sevilla - Betis
La hegemonía sevillista sigue vigente en la Liga española. El cuadro de Julen Lopetegui se alzó con el triunfo en el segundo derbi de esta competición merced a un primer periodo en el que superó de cabo a rabo a la escuadra adiestrada por Manuel Pellegrini. Los anfitriones, además, fueron capaces de plasmar en el marcador esa diferencia en el manejo de la situación y se fueron al intermedio con dos a cero para tener un mullido colchón durante todo el segundo acto, algo que perduró en el tiempo hasta el minuto final, cuando Canales puso una falta imposible para Bono. Pero aquello ya estaba finiquitado y la fiesta sevillista fue tan lógica como la que se vivió en el Benito Villamarín, aunque sin público, en el más reciente enfrentamiento copero en favor de los béticos.
Esto es así, el fútbol son los resultados y no queda otra cuando el tiempo corre, cuando se olvidan las circunstancias que se han producido a lo largo de noventa y tantos minutos, 99 en esta ocasión si se suman los dos periodos de prolongación decretados por Carlos del Cerro Grande. Y lo que consignó el madrileño en el acta fue un dos a uno favorable a los sevillistas, que superaron el trance de llegar con un centro de la defensa tan tocado por la sencilla razón de que engulleron al Betis en el tramo inicial e impidieron que éste se pudiera meter en el juego hasta el ecuador.
La salida de ambos equipos fue la clave para el desarrollo de todo. Lopetegui había podido recuperar a Diego Carlos para que el centro de la zaga, al menos, tuviera a un defensa especializado en esa zona. Con Fernando como acompañante de su compatriota en la zaga, Jesús Navas en el lateral derecho y un centro del campo fuerte y con calidad formado por Joan Jordán, Delaney y Rakitic, salió como mucha más intensidad y una mejor colocación de sus piezas. La diferencia estaba en esa superioridad de los centrocampistas y también, por qué no decirlo, en un cierto cambio de estilo, pues los anfitriones apostaban menos por el manoseo del balón y más por tratar de llevarlo rápido arriba para sorprender. El Betis, por el contrario, jugaba con su esquema habitual, con Tello en el puesto del sancionado Juanmi y con William Carvalho como acompañante de Guido Rodríguez. La sorpresa estaba en la elección del guardameta y con el tiempo no se entendería mucho la apuesta de Pellegrini por William Carvalho.
Cuando el balón echó a rodar, se contabilizan hasta tres llegadas sevillistas en los diez primeros minutos, algo impensable casi siempre en el libreto de Lopetegui. Jesús Navas protagoniza la primera completamente en solitario con un disparo cruzado desde el borde del área (7’), justo en la acción posterior Claudio Bravo le saca un balón muy complicado a En-Nesyri después de rozar éste la pelota ligeramente (7’) y después es Bartra el que evita que un empalme de Tecatito se vaya dentro (10’).
Fue la carta de presentación del Sevilla hasta que se produce la primera de las jugadas que marcaran todo el partido. Una acción de mucha habilidad de Tecatito Corona, tanto al superar a Álex Moreno con calidad, como en el pase posterior que estropea En-Nesyri acaba en penalti por el error de Bartra en el cruce y por la salida dubitativa de Claudio Bravo. Rakitic superó el ataque de nervios para transformarlo y poner muy pronto por delante a los locales (22’).
La reacción del Betis no acaba de llegar ni siquiera con el castigo del primer gol, el partido entra en una fase de jugarse a lo que quiere el Sevilla hasta que llega la habitual lesión muscular a los blancos. Le toca esta vez al Papu Gómez, uno de sus hombres más en forma, y la consecuencia de la jugada es que todo sigue porque Acuña no la echa fuera y porque el Betis entiende que no está obligado a hacerlo después de que el argentino optara por la otra vía. Una fea entrada de Acuña a Fekir fue estimada como amarilla cuando era naranja y lo que sucedió es que la estrella del Betis se tuvo que quedar en el vestuario en el intermedio como secuela de la misma.
Antes había vuelto a golpear el Sevilla para irse con ese mullido colchón al descanso. Muy fácil, un balón sacado directo por Bono sobre En-Nesyri acaba sin que nadie lo toque, ni el delantero sevillista ni los dos centrales béticos, que acuden juntos en un desorden flagrante. Munir lo aprovecha para controlar y para superar a un Claudio Bravo que tal vez pudo hacer algo más con un disparo cruzado.
Dos a cero para el Sevilla, demasiada diferencia para un equipo que se maneja a la perfección en esas circunstancias, y el primer acercamiento bético no llegaría hasta el minuto 47 de ese primer acto. En el intermedio se producen muchos cambios de peso, pues Diego Carlos no puede seguir, Fekir tampoco y también William Carvalho, otro hombre de peso, se queda fuera para que ingresen Gudelj, Joaquín y Aitor Ruibal.
Lógicamente, el Betis da un paso adelante ante un Sevilla sin centrales específicos, pero que tampoco va a sufrir en exceso. Bartra (58’), Tello, en una rosca que provoca un paradón de Bono (63’) y, sobre todo, Álex Moreno (81’) tienen las dos mejore ocasiones, pero no varió nada hasta el minuto 94, cuando ya sólo quedaba tiempo para sacar de centro y un par de jugadas más.
Es el relato fiel de los hechos en una cita que se apuntó el Sevilla para seguir instalado en la segunda plaza y ser, a fecha 27 de febrero, el que está más cerca del Real Madrid. Lo separan sólo seis puntos, la distancia con el tercero, el Betis, aumenta ahora a ocho y los dos derbis ligueros han caído hacia el barrio nervionense. La fiesta va de un lado a otro, está claro, y esta vez lo más felices son los sevillistas.
¿Habrá una próxima vez? ¿Quién sabe lo que puede suceder en la Liga Europa? Pero, de momento, la rabia la soltó el Sevilla en un día en el que el Betis parecía llegar mejor. Dos a uno para los blancos y comienza el tiempo de que cada uno opine lo que considere oportuno en sus correspondientes foros. Así es Sevilla, la ciudad, y así se vive el fútbol...
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