De golpe, el otoño y la Copa

Las Rozas-Sevilla

El Sevilla inicia su andadura en un torneo que no se le ha dado mal en este siglo con dudas entre bajas y las fichas del filial y con una nueva ilusión en el proyecto de García Pimienta

García Pimienta: "No vamos a renunciar a nada, pero siendo realistas"

García Pimienta toca el balón con Marcao en segundo plano e Isaac al lado.
García Pimienta toca el balón con Marcao en segundo plano e Isaac al lado. / antonio pizarro

Todo ha llegado de golpe. El cambio de hora, el agua, el frío otoño-invernal y la Copa del Rey. Cada año se abre por esta época la esperanza a una corazonada. García Pimienta le ha cortado las alas a las mariposas que siempre andan en la barriguita de los sevillistas cuando esto de la Copa empieza a coger vuelo, pero ahí está el reto. Piano, piano.

Al Sevilla todavía se le puede considerar un club enormemente copero en este siglo. Dos títulos, en 2007 y 2010, y dos subcampeonatos, 2016 y 2018. 

Es cierto que a estas alturas de la competición, cuando entran en juego eliminatorias ante equipos de la base, es impredecible qué puede pasar. Todo es empezar a andar el camino, pero los pasos deben ser firmes desde el principio, aunque en el Sevilla la precariedad de la plantilla obliga a un sobreesfuerzo que empieza esta tarde en la Comunidad de Madrid sobre la hierba artificial del campo de Las Rozas, a tiro de piedra de la Ciudad del Fútbol, la casa del organizador de la competición, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

La previa
La previa

Ante un rival de Tercera RFEF, que además lucha por el ascenso (ojo porque el sorteo no benefició al Sevilla y fue uno de los cuatro equipos de Primera a los que no cayó en suerte un equipo de ámbito regional), los nervionenses tienen que demostrar que las categorías están para marcar las diferencias.

Las bajas y –por la planificación escogida– la presencia de varios jugadores con ficha del filial en el primer equipo como José Ángel Carmona o Juanlu Sánchez complica la gestión de la convocatoria por la regla de los siete jugadores profesionales que tienen que estar constantemente en el campo para no caer en alineación indebida. Ya le pasó al Sevilla una vez en 1989, cuando hubo de repetir un partido ganado en Nervión por 4-1 al Espanyol en el Vicente Calderón de Madrid. Volvió a ganar con un gol de Francisco López Alfaro y aquello fue el precursor de las grandes movilizaciones de la afición. El club regaló las entradas y la Federación de Peñas las repartió a la vez que organizó la contratación de los autobuses. Las relaciones están ahora como para tener que repetir la película... 

García Pimienta desplaza a 16 jugadores con ficha del primer equipo pese a que algunos de ellos no van a jugar. Con Lokonga lo confirmó, con Jesús Navas se da casi por seguro y con Lukébakio y Gudelj se intuye. Le quedan entonces prácticamente diez jugadores al técnico barcelonés para alternar correctamente con los jugadores con ficha del filial, que a los anteriormente mencionados se une los Idumbo, Ramón Martínez, Manu Bueno, Isra y Collado, aparte de los dos porteros.

García Pimienta acude a Las Rozas con 6 bajas que son 8, con 16 jugadores con ficha del primer equipo y hasta 9 del Sevilla Atlético

Y es que no puede dar tanto descanso el cuerpo técnico teniendo como tiene de bajas seguras para la Liga tanto para el domingo ante la Real Sociedad como para varias semanas más hasta seis jugadores en una plantilla corta. Nyland, Badé, Nianzou, Suso, Saúl y Ejuke están ahora mismo en la enfermería y García Pimienta debe tratar por todos los medios que no se le caiga el montoncito de piezas que ya tiene colocado como base del edificio que desea construir en su aventura sevillana.

La cita es una gran oportunidad de cara al futuro para jugadores como Iheanacho, Montiel, Barco o Pedro Ortiz

La cita, siempre con las reservas de este tipo de partidos agravado con cómo vaya a estar el campo con la severidad de la estampida de agua que está cayendo por todo el territorio nacional, ofrece atractivos, entre comillas, para el sevillismo, tales como la titularidad confirmada de Iheanacho, un jugador que necesita activarse y que aún no se ha podido ni evaluar, o la presencia por primera vez desde el inicio de Álvaro Fernández en la portería después de su semidebut en Cornellà.

Esos dos y alguno más casi obligado por las circunstancias. Montiel, Pedro Ortiz, Barco... son jugadores que tienen que decir qué es lo que quieren de cara a su futuro y si éste pasa por el Sevilla. 

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