Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Las Rozas-Sevilla | Los nombres propios
Xavi García Pimienta tiró de las lógicas y aconsejables rotaciones para dar descanso a muchas de sus piezas principales con vistas a la visita de la Real Sociedad a Nervión el próximo domingo. Pero los Montiel, Barco, Sow, Idumbo o Iheanacho no aprovecharon el partido ante un equipo de la quinta categoría nacional para ir convenciendo al técnico de su utilidad inminente en el equipo. Malas noticias que reposan bajo el trámite de la clasificación.
Pasan las semanas con un concienzudo trabajo en la ciudad deportiva y con un ejército de preparadores con tablets en las manos, y Kelechi Iheanacho sigue mostrando un estado físico impropio del fútbol profesional. Ni los dos goles que hizo (hacía casi un año que no marcaba) ocultan su alarmante prestación física, que se vio en varios balones que recibió con ventaja y que desaprovechó ante jugadores aficionados.
El joven portero sabe que tiene ante sí una empresa mayúscula, como es suplir el vacío de Nyland hasta finales de este 2024, y tras las dudas que mostró ante el Espanyol, le vino bien un partido de tibia exigencia para ir cogiendo confianza. Tuvo que responder a dos parábolas nada fáciles en sendos remates al segundo palo.
El liviano lateral argentino se manejó con extrema incomodidad durante todo el partido. El decorado no era goloso, desde luego, pero su necesidad de reivindicación debió espolearle ante jugadores que militan en la Tercera RFEF. Sigue tocándola mal y decidiendo aún peor. Y el Sevilla tiene un problema en ese costado siniestro.
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