Un golazo de Lukébakio le da un sabor mejor a un 1-1 que al 1-0 contra el Rayo

La crónica

El control brillantísimo del extremo belga tras un excelente pase de Saúl sirvió para igualar el tanto de Budimir de cabeza

Los sevillistas hicieron un buen partido en la segunda mitad y fueron capaces de reponerse al golpe inicial para rozar el triunfo en la última jugada

Así le hemos contado el Sevilla-Osasuna

Lukébakio deja tirado a Juan Cruz en la jugada que lo dejó mano a mano con Sergio Herrera en el minuto 52.
Lukébakio deja tirado a Juan Cruz en la jugada que lo dejó mano a mano con Sergio Herrera en el minuto 52. / Antonio Pizarro

Sevilla/Empate para un Sevilla que acumuló mucho más méritos que en la tarde contra el Rayo Vallecano para haber sumado los tres puntos frente al Osasuna. Los blancos fueron capaces de sobreponerse al tanto inicial de Budimir, igualaron con un golazo de Lukébakio en un maravilloso control orientado y tuvieron la última oportunidad para haber cantado la victoria en un excelente pase de Agoumé para el delantero belga.

Fue el vaivén de los últimos compases, cuando se vio un buen fútbol en el Ramón Sánchez-Pizjuán y los aficionados pudieron disfrutar de la pelea de los suyos en ese afán por salir ganadores de una cita que aparecía como bastante comprometida por el notable momento del rival. Es cierto que también Álvaro le había hecho una buena parada en el minuto 94 a Budimir, aunque el fuera de juego del delantero visitante era clarísimo. No fue así en la otra parte del campo, pero Lukébakio estrelló el magnifico servicio de Agoumé en el cuerpo de Sergio Herrera en su salida.

Se había esfumado una gran oportunidad para haber sumado otros tres puntos en la doble comparecencia casera en Nervión, pero tampoco el empate es injusto y, sobre todo, deja el regusto entre los fieles de la fe balompédica radicada en Nervión de que los suyos pueden protagonizar tardes prometedoras si van recuperando futbolistas para ello.

La mejor prueba es el balón en largo que le pone Saúl Ñíguez a Lukébakio en la jugada que devolvió las tablas al electrónico. El futbolista que estaba llamado a liderar a este Sevilla apenas llevaba ocho minutos en el campo, había marcado incluso Budimir en ese tiempo y le quedó un balón controlado en la medular. Vio la carrera de Lukébakio por detrás de Juan Cruz y le puso la pelota en el sitio justo para que el belga protagonizara un control espectacular, de futbolista muy caro y eludiera de esta manera la salida de Sergio Herrera para marcar a puerta vacía.

García Pimienta repitió el mismo equipo que ante el Rayo y los suyos no soltaron amarras hasta el descanso

Había salido el Sevilla de una situación complicada y el equipo de Xavi García Pimienta iba a ser valiente con posterioridad para tratar de hacerse con todo el premio en juego. Lo buscó y lo tuvo en la última acción del litigio a través de Lukébakio, pero también antes del 0-1 había tenido acercamientos de mérito durante el segundo periodo. Un mano a mano de Lukébakio algo escorado (52'), una rosca de Lukébakio que se fue por muy poco (63') y un gol anulado a Kike Salas por un fuera de juego, claro, de Isaac en la acción previa (67').

Equilibrio hasta el descanso

Los sevillistas lo intentaron, pero no lo consiguieron, aunque sí fueron capaces de reaccionar tras el golpe que supuso el cabezazo de Budimir. La primera mitad, en cambio, no pudo ser más equilibrada. Después de cinco minutos iniciales que invitaban a irse a cualquier lado lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán, por la impericia de unos y otros con el balón, el Sevilla iba a tomar el mando a través del toque, de tener la pelota, aunque lo haría con escasa profundidad, sin crear ocasiones de gol.

La primera mitad empezó horrible y fue mejorando dentro del equilibrio que mostraban el Sevilla y el Osasuna

Nada que anotar en el archivo en el que se consignan las llegadas peligrosas, algo que sí contrastaba con el paradón que tuvo que realizar Álvaro la primera vez que lo midió el inspirado Bryan. Un disparo lejano, con bote delante del portero para que saliera disparo como un misil, y el guardameta tuvo la mejor intervención desde que defiende los tres palos sevillistas tras la lesión de Nyland (17'). Exhibición de reflejos, sin duda, para que todo siguiera cero a cero.

El Sevilla, mientras, trataba de imponer su juego con exactamente el mismo equipo que derrotara la anterior jornada al Rayo Vallecano, lo que evidencia que García Pimienta debe ser un gran resultadista. ¿Por qué? Bien fácil, si todo el mundo pensaba que la actuación de los blanquirrojos dejó mucho que desear a pesar del triunfo final, pues el entrenador no creerá lo mismo cuando colocó a los once titulares de aquel día sin variar nada de nada.

La búsqueda del triunfo de los blancos no tuvo premio y fue Budimir quien adelantó a los suyos de cabeza

Los sevillistas, con un notable Sow casi como segundo delantero, se movieron casi siempre en las cercanías de Sergio Herrera, pero siempre les faltaba algo para asustar de verdad al cancerbero del equipo navarro. Ni siquiera lo conseguían en las jugadas a balón parado, que fueron bastantes. Ni uno sólo de los córners o incluso las faltas, algunas de ellas lanzadas de forma horrible, como una de Gudelj, servía para que los anfitriones tuvieran siquiera la opción de acercarse al gol.

Sólo lo consiguieron en un excelente pase de Isaac que se le quedó muy atrás para el remate a Sow, el futbolista que hacía de segundo delantero junto al lebrijano. La situación del golpeo tenía una extrema dificultad, pero el balón se fue fuera por muy poco (24'). También Gudelj tuvo un disparo duro que puso en dificultades a Sergio Herrera (43'), pero fueron los únicos acercamientos dignos de ser reseñados. Sólo eso porque tampoco fueron ocasiones particularmente claras. Sí pudo serlo un balón que se le quedó solo a Lukébakio, pero su control fue malo tal vez pensando que estaba en fuera de juego cuando Areso lo habilitaba en la otra banda (31'').

La reacción tuvo el premio con el tanto de Lukébakio, que tuvo la más clara para marcar en la última jugada del partido

Todo se iba a quedar pendiente, pues, de lo que aconteciera en la segunda mitad. La impresión era que todo se iba a dilucidar con una moneda al aire a la vista de la igualdad que transmitían unos y otros. Pudo ser así y pareció que iba a salir cruz tras el cabezazo de Budimir en solitario, pero el Sevilla sacó orgullo y buen fútbol.

Por ahí llegó el golazo de Lukébakio y también el acoso final tras la entrada de Jesús Navas por el costado derecho. El cuadro de García Pimienta estuvo más cerca del triunfo que de la derrota, pero al final todo quedó en un punto más en el casillero. ¿Mejor o peor que el día del Rayo? Por las sensaciones, tal vez superiores en el aspecto positivo, pero los resultadistas se alimentan de los puntos y entonces fueron tres y no uno.

Ficha técnica

1 Sevilla FC: Álvaro Fernández; Carmona (Jesús Navas, m.86), Badé, Kike Salas, Pedrosa (Suso, m.64); Gudelj, Sambi Lokonga (Agoumé, m.86); Lukébakio, Sow (Juanlu, m.75), Peque (Saúl, m.64); Isaac Romero.

1 Atlético Osasuna: Sergio Herrera; Areso, Catena, Boyomo, Juan Cruz (Herrando, m.83); Moncayola, Iker Muñoz (Ibáñez, m.70), Aimar; Rubén García (Bretones, m.70), Budimir, Bryan Zaragoza (Jose Arnaiz, m.77) (Peña, m.83).

Goles: 0-1 (69’) Budimir remata de cabeza un centro de Areso que no repele con fuerza Álvaro. 1-1 (72’) Lukébakio hace un control orientado perfecto tras un gran pase de Saúl y marca con la izquierda.

Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó al local Sow (m.50) y al visitante Catena (m.80).

Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de LaLiga EA Sports, disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 31.536 espectadores, entre ellos algo más de 300 aficionados osasunistas.

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