El golazo de Jesús Navas: funcionó el laboratorio de García Pimienta

La jugada, en la que participan cinco futbolistas, expone uno de los movimientos ofensivos que busca el catalán, con Pedrosa partiendo de interior hacia fuera

En la primera parte, Isaac protagonizó dos claras ocasiones con otras dos formas de atacar: robo adelantado y saque directo de Nyland

El agravio comparativo entre la expulsión de Juanlu y el penalti a Vinícius

Jesús Navas celebra con rabia su golazo junto a la grada con Isaac de testigo. / Juan Carlos Vázquez

El ansiado primer triunfo del Sevilla de García Pimienta llegó con un sufrimiento extremo, por la mínima, con un futbolista menos desde la expulsión de Juanlu (86') hasta el pitido final ya en el minuto 104, una larga agonía postrera de 18 minutos... en los que el equipo nervionense, espoleado por una afición que se agarró a un clavo ardiendo, defendió con uñas y dientes el gol de Jesús Navas en el minuto 23. Pero ese sufrimiento extremo no desdice un hecho destacable: el primer triunfo llegó tras una jugada que fue un epítome del fútbol de García Pimienta.

El golazo de Jesús Navas, que volvió a marcar cinco años después para el Sevilla en un partido trascendental y además significó el triunfo, fue producto de una jugada colectiva propia del manual del técnico catalán. Participaron hasta cinco futbolistas, Ejuke y Pedrosa por dos veces, Sow, Nianzou y Jesús Navas, que marcó incorporándose desde el carril del 7, el de su origen como futbolista, controlando y soltando un latigazo cruzado con la derecha.

Todo parte de una acción de falta del Getafe sobre Pedrosa, en la posición de interior en la que García Pimienta quiere que actúen los laterales en el inicio de las jugadas ofensivas. La sacó en corto el Sevilla hacia la banda izquierda. Allí Ejuke busca de nuevo por dentro a Pedrosa, quien se apoya atrás en Nianzou. El central, como último hombre, rompe con un pase raso diagonal hacia Sow, ya en campo del Getafe; el suizo abre de nuevo a Ejuke mientras Pedrosa hace un desmarque de ruptura hacia afuera, desdoblando por dentro a Ejuke, quien lo busca al espacio. Centro del lateral izquierdo y control y remate del extremo derecho.

Fue un golazo. Lo mejor de un Sevilla que en la primera parte pudo ampliar el marcador por medio de Isaac con otras dos jugadas propias de García Pimienta, aunque éste sea encasillado en el juego de posesión como única baza.

En la primera ocasión (27'), el propio Isaac, con la línea de presión del Sevilla adelantada hostigando la salida del Getafe, logra robar el balón primero a Juan Iglesias tras un rebote y luego a Djené a la salida del primer rechace. Se planta en el área y su disparo se va demasiado cruzado.

En la segunda ocasión del lebrijano (46+'), todo parte de un balón centrado al área del Sevilla que bloca Nyland poderoso, saca con el pie en largo con un pase de 60 metros e Isaac la toca de primera de forma parabólica por encima de David Soria, yéndose el balón por encima del larguero.

Y ya en la segunda parte, de nuevo probó Nyland con un saque rápido con su pierna izquierda hacia Jesús Navas, que se plantó ante David Soria, forzado y empujado por Diego Rico, y su disparo trastabillándose lo sacó de forma milagrosa con la manopla derecha el meta del Getafe (52').

La otra gran ocasión del Sevilla, en la segunda parte, ya en el agónico alargue, fue de Lukébakio. Estrelló un disparo en el poste tras romper al espacio y recibir un gran balón de José Ángel, recortar en carrera a Djené hacia la izquierda y disparar con la zurda desde el punto de penalti (97'). Una ocasión de oro que habría evitado el sufrimiento.

Luego llegaría el angustioso y prolongado final con la afición volcada, pero García Pimienta al menos cantó su primera victoria con una jugada de su manual que fue de oro, con Jesús Navas erigiéndose en salvador y héroe cuando más lo necesitaba el Sevilla.

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