Un gigante para abrir el grifo
Akor Adams llega con su físico como gran aval y el reto de acabar con la sequía de goles de la delantera; Orta lo ve aportando “fuerza y velocidad” y el jugador se ilusiona
"No podía decir que no al Sevilla"
La puesta de largo de Akor Jerome Adams como nuevo jugador del Sevilla dejó la impronta de su imponente físico, 190 centímetros de músculo que en el área pueden evocar los movimientos de Isak, quizá por su pasado en Noruega, Sadiq o el sevillano Samu Omorodion. Habrá que fiarse del ojo de Víctor Orta, aunque no se sabe si ésa es precisamente una buena vara de medir. Si se compara con Lukébakio, desde luego que sí, pero si se toma como referencia otros como Iheanacho, no. De todas formas, puede llevar razón el madrileño –y de hecho la lleva– cuando habla de que “los rendimientos no tienen nada que ver con la calidad”.
En esa tesitura, del gigantón que hoy cumple 25 años se espera rendimiento, pero además inmediato, y que abra de una vez el grifo de los goles en el Sevilla, un equipo que lleva demasiado tiempo generando muchos centros al área (con Mendilibar era una cosa escandalosa y ahora García Pimienta presume de ocasiones, aunque sea de otra manera). A todo esto, una pena que Adams no disfrute a Jesús Navas. Por lo que dicen, se hubiera hartado...
“Es un jugador que puede aportar mucho físico, juego de espaldas, velocidad, agresividad… y ha pasado por una liga difícil como la francesa, donde hay mucha marca. Es un buen jugador, asiste mucho con la cabeza, para los centrales es muy difícil de marcar. Es algo distinto de lo que tenemos aquí”, decía Orta en su presentación, en la que defendía que, como con aquel proyecto de entrenador que conoció en una barbacoa en casa de Rabajda, lo tenía desde hace tiempo entre ceja y ceja. “Veníamos siguiéndolos desde hace tiempo. Tuvo unos números excelentes en Noruega y en sus inicios en Montpellier. Luego pasó por otra fase y cuando supimos que estaba en números a los que podía acceder el Sevilla nos lanzamos a intentar su fichaje”. Dicho y hecho. El gigante está aquí.
Ahora tiene el nigeriano que dejar en buen lugar a quien lo ha traído y mejorar lo hecho por su compatriota Iheanacho, que de momento sigue en nómina aunque su salida puede producirse en breve.
Fortísimo e ilusionado, también tiene el guante el entrenador de poder adaptar su modelo de juego a un esquema en el que se puedan encajar Isaac y Akor sin que se resienta el sistema defensivo.
“Han sido unos días magníficos (de negociación) y estoy muy contento. Sabemos que el Sevilla es un magnífico club y no podía decir que no. Es un club muy grande, estoy concentrado en ayudar al equipo y al entrenador”, comentaba el nuevo delantero sevillista ante los periodistas. Al nigeriano se le recordó que no tuvo un buen inicio de campaña este año en Francia, la clave para que el Sevilla, que lo quiso cuando valía 12 millones de euros, haya tenido acceso a él cuando su cotización se ha devaluado hasta los 5,5 que ha pagado –o va a pagar– el club de Nervión. “Siempre en el fútbol hay buenos momentos y otros malos. Empecé el año en el Montpellier y ahora estoy en el Sevilla con grandes jugadores. Hay que pensar en el futuro”, insistió para reconocer que ha llegado animado por Ejuke: “Hablé con él y me dijo simplemente que tenía que venir, que me iba a encantar. Kelechi (Iheanacho) también. Y estoy muy contento de haberles hecho caso”.
El compromiso de Akor, que dijo fijarse siempre como delantero en Ronaldo Nazario y Didier Drogba, habla de una adaptabilidad inmediata: “Soy un compañero de equipo y un jugador completo que quiere ayudar. Voy a darlo todo por este equipo y va veréis cómo me definiréis como jugador. La acogida ha sido buena, voy a intentar adaptarme lo más pronto posible para ayudar al equipo. Sabemos la historia que tiene en Europa. El nombre del Sevilla es ya muy grande”.
Todo suena fenomenal, aunque el verde será el que ponga, como siempre, a todos en su sitio.
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